El cerebro es fundamental para la vida de las personas ya que es el encargado de dar órdenes a todo el cuerpo para realizar las actividades diarias por lo que es importante saberlo cuidar y hoy te diremos si caminar es la mejor manera de cuidar el cerebro.
Caminar aporta muchos beneficios a la salud y se ha comprobado que hacerlo 30 minutos todos los días puede beneficiar al cerebro y a la salud en muchos aspectos.
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La dieta mediterránea es un estilo de vida equilibrado que se basa en el consumo de alimentos frescos y naturales propios de los países con clima mediterráneo. Incluye muchos vegetales, frutas, legumbres, cereales, frutos secos, pescado, leche y queso, y utiliza el aceite de oliva como principal grasa.
¿Caminar es la mejor manera de cuidar el cerebro?
Diversos estudios han analizado los beneficios que tiene el caminar para la salud, pero también han encontrado que caminar puede beneficiar al cerebro de distintas formas que a continuación, te diremos:
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Caminar puede ayudar a desarrollar nuevas células
Las caminatas a ritmo moderado estimulan la liberación de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro que es clave para la supervivencia de las neuronas cerebrales existentes y la generación de nuevas.
“Tal vez el hallazgo más emocionante sea que las formas aeróbicas de ejercicio como caminar ayuden a facilitar el crecimiento de nuevas neuronas”, señaló Patrick Smith, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Carolina del Norte.
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Caminar reduce el riesgo de deterioro cognitivo
Un estudio en el que los participantes caminaron más de 4 mil pasos al día encontró que esta práctica ayudaba a tener un tejido cerebral más saludable en el área responsable de la memoria, el aprendizaje y la función cognitiva.
El hipocampo, por lo general, comienza a disminuir a finales de la edad adulta, lo que lleva no solo a un deterioro de la memoria, sino también a un mayor riesgo de demencia. La investigación encontró que el ejercicio aeróbico aumenta el tamaño del hipocampo.
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Disminuye el estrés que afecta al cerebro
Se ha demostrado que caminar por la naturaleza es eficaz para reducir los niveles de estrés. El impacto de estar al aire libre puede tener que ver con el “flujo óptico”, la percepción de que los objetos están pasando por nosotros a medida que caminamos, lo que aquieta los circuitos responsables del estrés.
“El flujo óptico autogenerado al caminar, correr o montar en bicicleta cambia el cerebro a un estado de relajación que no se ven cuando estás parado”, dice Andrew Huberman, neurocientífico del Departamento de Neurología de Stanford Medicine.
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Aumenta la creatividad
Caminar aumenta el flujo de oxígeno y nutrientes al cerebro, lo que puede abrir las puertas a una mayor creatividad. El cerebro usa aproximadamente tres veces más oxígeno para la función neuronal saludable cuando se camina.
(Con información de: AARP y Medical News Today)