El traje de baño es una pieza fundamental para la natación, ya sea que entrenes regularmente, compitas o lo uses de manera recreativa. Sin embargo, su durabilidad depende en gran medida de los cuidados que le des. Entonces, ¿cada cuándo cambiar tu traje de baño si practicas natación? Exploramos los factores que indican que es momento de reemplazarlo.
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¿Cada cuándo cambiar tu traje de baño si practicas natación?
Si bien no hay un tiempo exacto para reemplazarlo, ciertos factores pueden indicarte cuándo es momento de renovarlo, según el blog de Club Cañada Natación. Pues a pesar de los cuidados, con el tiempo notarás signos de desgaste que indican que es hora de adquirir uno nuevo:
- Pérdida de elasticidad: Si el traje ya no se ajusta bien al cuerpo y ha perdido su forma original.
- Adelgazamiento de la tela: Cuando la tela comienza a volverse translúcida o menos resistente.
- Costuras debilitadas o rotas: Si los hilos empiezan a deshilacharse o romperse.
Aspectos que debes considerar para cuidar tu traje de baño
Si estás estrenando traje de baño o simplemente quieres cuidar del que tienes, toma en cuenta los siguientes aspectos, según los expertos en natación:
1. Superficies ásperas y fricción. El roce con superficies rugosas, como el piso antiderrapante de la piscina, los bancos de salida o las escaleras, puede desgastar rápidamente la tela de tu traje. Para evitarlo, usa una toalla al sentarte y utiliza las escaleras en lugar de apoyarte en los bordes de la piscina.
2. Exposición a sustancias químicas y aceites. Ciertos productos pueden deteriorar las fibras del traje de baño. Evita el contacto con:
- Bloqueadores solares
- Perfumes y lociones
- Alimentos y aceites corporales
- El cloro y la sal del agua también pueden debilitar los tejidos si no se eliminan correctamente después de cada uso.
Asimismo, para que tu traje de baño dure más tiempo en buenas condiciones, sigue estos consejos de cuidado:
- Enjuague inmediato: Después de salir del agua, enjuágalo con agua corriente para eliminar restos de cloro o sal.
- Lavado sin químicos: No uses detergentes, suavizantes ni productos abrasivos. Solo agua fresca.
- Secado adecuado: Déjalo secar a la sombra, sin exprimirlo, y nunca uses plancha ni secadora.
- Evita el agua caliente: Las altas temperaturas pueden dañar las fibras elásticas del traje.
Finalmente, si practicas natación con frecuencia, lo ideal es tener al menos dos trajes y alternarlos. Esto permite que cada traje de baño descanse al menos 24 horas entre usos, lo que ayuda a que las fibras recuperen su forma y así prolongar su durabilidad.
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