El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación y ahora una nueva investigación indica que los niños con autismo tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad.
El trastorno del espectro autista también conocido como autismo comienza en los primeros años de la infancia y, a la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad como en la escuela y en el trabajo.
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Los niños suelen presentar síntomas de autismo en el primer año. Un pequeño número de niños parecen desarrollarse de forma normal en el primer año y luego pasan por un período de regresión entre los 18 y 24 meses de edad, cuando aparecen los primeros síntomas.
Niños con autismo tienen más probabilidad de sufrir depresión y ansiedad
Un estudio elaborado por el grupo de investigación Nutrición y Salud Mental de la Universitat Rovira i Virgili ha encontrado que los niños con autismo tienen hasta tres veces más riesgo de sufrir problemas emocionales, como depresión y ansiedad.
La investigación se realizó con cerca de 800 niños en edades escolares y preescolares y los investigadores indican que, aunque poco se toma en cuenta los niños con autismo tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad.
Niños con autismo y déficit de atención son los más afectados
"La posibilidad de desarrollar síntomas de ansiedad y depresión aumenta hasta tres veces en los niños y niñas que presentan una de las dos condiciones, pero si tienen el doble diagnóstico, autismo (TEA) y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), presentan una vulnerabilidad sensiblemente más grande", dijo Paula Morales, investigadora del estudio.
A su vez, Paula Morales afirma que muchas veces, cuando se diagnostica el autismo no se evalúan específicamente las dificultades en la regulación de la atención y de la conducta, más característicos del déficit de atención e hiperactividad.
Dentro del estudio se afirma la importancia de hacer un buen diagnóstico ya que los pacientes con déficit de atención e hiperactividad tienen más riesgo de presentar problemas emocionales.
“Si no se detecta, no se puede tratar adecuadamente. Hay que ser más rigurosos, puesto que, si ajustamos la intervención y el acompañamiento, esta persona tendrá un mejor pronóstico y una mejor evolución".
De acuerdo con la investigación, el 32% de los niños y niñas en edades escolares con autismo tienen problemas emocionales clínicamente significativos, sobre todo ansiedad y depresión.
El 38% de los niños que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad sufren de ansiedad y depresión, pero si se tiene el doble pronóstico el porcentaje sube hasta el 57%.
Es importante que si tu hijo sufre de autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad esté acompañado de ayuda psicológica que lo ayude a no padecer problemas como la ansiedad y la depresión.