‘A la rorro, niño, a lo rorro ya. Duérmete, mi niño, duérmete ya’ cantaba mamá o papá al arrullarnos cuando éramos bebés. Ese momento íntimo y esa cercanía nos permitía conciliar el sueño o encontrar un lugar relajado cuando teníamos un cólico, nos dolía la cabeza o teníamos problemas para dormir. ¡Qué grandes momentos! Aunque el arrullo parece una acción fácil, en realidad tienen su método.
A nadie le enseñan a ser mamá o papá, sino se aprende a cabo de la experiencia con la práctica y error. Esto aborda la alimentación, la ropa, los cuidados y el arrullo. Cuando los roles cambian y ahora toca ser quien ayude a conciliar el sueño del bebé quisiéramos que nuestra mamá o papá estuviera cerca para ayudarnos. Si tienes problemas con el arrullo o quieres prepararte para esta fase, has llegado al lugar correcto.
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Te explicaremos los beneficios del arrullo, cómo lograr un adecuado arrullo y qué no hacer en un arrullo. Así que no más desesperación o llantos en la noche. Antes de iniciar, recuerda que acudir con un especialista en salud también es una alternativa para resolver las dudas del recién nacido. Si tu bebé lleva tiempo sin poder dormir bien o conciliar el sueño, apóyate de un especialista.
¿Cómo se utiliza el arrullo para un bebé?
De acuerdo con Educación Inicial, un arrullo va más allá de un canto grave y monótono para adormecer a los bebés, es un momento especial entre el bebé y su mamá o papá. En el arrullo se crea un ambiente de amor, confianza, protección y tranquilidad. A la par, el arrullo representa una oportunidad para expresar el cariño y el bebé los reciba mediante sus sentidos.
Entre los beneficios de arrullar a un bebé está ayudarle a relajarse y calmarse en momentos de tensión, proporcionarle seguridad y protección, permitirle que concilie el sueño de forma rápida, aliviar el malestar que le provocan los cólicos, regular la temperatura corporal del bebé e impedirle que se despierte por espasmos o movimientos bruscos involuntarios, detalla el portal Alondra.
Alondra destaca que el arrullo permite al bebé entrar en momentos de tranquilidad, especialmente cuando acaba de nacer. Al haber pasado meses seguro y con las comodidades necesarias durante el embarazo, salir hacia al mundo exterior y recibir estímulos no es fácil, además, tendrá acceso a movimientos que todavía no controla. Eresmamá explica los pasos para llevar un arrullo de manera efectiva:
- Acuesta al bebé bocarriba en el centro de una manta extendida, dejando su cabeza fuera de la manta para que esta quede a la altura de los hombros
- Cruza la manta desde una esquina superior hasta el hombro del lado contrario, repite con el otro lado. Para sujetar la tela, métela debajo de la espalda del bebé
- Dobla la parte sobrante en la parte inferior hacia arriba y sujétala dentro de la manta ya envuelva
- Asegura que el pañuelo no esté demasiado flojo u apretado. Ten en cuenta que el bebé puede estar inquieto, irritable o llorar mientras es envuelto. Por lo cual, es recomendable hacerlo cuando el bebé esté dormido o tranquilo, en especial durante las primeras veces.
Club Familias destaca que nunca debe arrullarse al bebé si tiene fiebre, cada bebé tiene sus preferencias respecto al arrullo por lo cual es necesario escucharles y prestar atención a sus reacciones, el arrullo debe de proporcionar una sujeción firme sin apretar al bebé y el arrullo no debe tapar el rostro del bebe porque aumenta el riesgo de asfixia. Ahora que conocer qué hacer durante el arrullo, es momento de aprender con tiempo y paciencia el arte del sueño de los bebés.
(Con información de Educación Inicial, Alondra, Eresmamá, Club Familias)