Cada año el 12 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Fibromialgia en el natalicio de la enfermera Florence Nigthingale, famosa por su entrega y cuidados durante la guerra de Crimea, haciendo alusión a que la fibromialgia es altamente incapacitante y que necesita de estar muy al pendiente y donde el componente emocional y de apoyo alrededor del paciente es muy relevante.
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En este año no permeó un lema particular en el cual ubicarnos por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre donde enfocarnos en la comunicación de esta patología muy abigarrada. Es por esto que desde nuestra trinchera de comunicación desde la semana pasada comenzamos a posicionar un concepto que fue: “Fibromialgia: más allá de sólo dolor”.
Lo más conocida de este desorden es la presentación de un dolor generalizado que no mejora con el uso de analgésicos y que tiende a limitar grandemente la movilidad y la funcionalidad de los pacientes.
Hay que decir que el nombre de este dolor es nociplástico, con lo que hace referencia a que el sitio donde tengo el dolor no tiene una alteración local y que esta sensación de dolor se produce en el cerebro, en los núcleos que se encargan de detectar y procesar el dolor en todo el cuerpo. Es por esto que no funcionan los analgésicos habituales y sólo algunos otros tratamientos específicos.
¿Qué síntomas tienen las personas con fibromialgia?
Es importante la explicación anterior, ya que estos centros reguladores de dolor, también se encargan de registrar otro tipo de sensaciones del cuerpo, no sólo dolor, y los errores que también se producen en estas modalidades sensoriales generan una gran cantidad de síntomas en los pacientes con fibromialgia, consolidando lo que conocemos como síndrome de sensibilización central.
Es por esto, que lo más común es que el dolor se acompañe de la presencia de fallas intelectuales en memoria y atención, migrañas, hipersensibilidad a la luz, el ruido y la piel, disfunción en la articulación temporomandibular y apretar los dientes muy intenso, disautonomía, resequedad de mucosas, temblores, bochornos, intestino irritable, vejiga hiperactiva, fatiga crónica y problemas de funcionamiento sexual.
No es necesario tener todos estos síntomas al mismo tiempo, pero es muy común que se combinen varias de estas molestias junto con el dolor, y lo importante es que hay que buscarlas intencionalmente en los pacientes para poder ayudarlos de una forma integral, entendiendo que el manejo no es medicamentos especializados para cada molestia, sino hacerlo de forma global desde un entendimiento integral de la patología y tomar las mejores decisiones con la menor cantidad de sustancias, usando de forma inteligente suplementos médicos y alimenticios y mejorar y optimizar de forma prudente el estilo de vida, con actividad física de resistencia, sueño reparador , alimentación con dieta de estilo mediterráneo y mejor manejo de los factores estresantes de la vida.
Así que hagamos viral el hecho de educar sobre la fibromialgia, porque definitivamente el conocimiento es poder para que los pacientes recuperen funcionalidad y calidad de vida.
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