CONSUMO DE ALCOHOL

El “Binge Drinking” y cómo afecta esta forma de beber alcohol como "atracón"

Se trata de individuos que no toman todos los días, que pueden salir a un restaurante y tomar un par de copas de vino, pero que de vez en cuando se dan el permiso de consumir alcohol y pierden el control de sí mismos

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Escrito en OPINIÓN el

Cuando hablamos del tema de las adicciones hay que decir que las clasificaciones en Psiquiatría incluyen que puedes presentar un problema de este tipo cuando tienes un uso exagerado, cuando abusas frecuentemente de la sustancia, o definitivamente, cuando presentas una dependencia a la droga.

Tener una dependencia a esa sustancia significa por fuerza presentar un par de  fenómenos:

  • Tolerancia: cuando requieres incrementar tus dosis de forma progresiva para obtener el mismo efecto inicial.
  • Abstinencia: la carencia de la sustancia genera una cantidad importante de síntomas de malestar general y por consiguiente la búsqueda de la misma para poder sentirse mejor. 

El pensamiento tradicional es el de que aquel que sufre de una adicción tiene que consumir la sustancia en niveles exagerados todos los días y terminar intoxicado de forma cotidiana. Por lo tanto, se consideraba que si alguien lograba permanecer temporadas largas alejado de su droga estaba fuera del campo de los trastornos adictivos. 

Esta explicación viene a cuenta ahora en fiestas decembrinas donde nos damos permiso de tener de forma pasajera excesos en cuanto a compras, comida, desvelos y el abuso de ciertas sustancias como el alcohol.

Existe una forma de abuso del alcohol que se ha venido tipificando cada vez de forma más estricta y que ha permitido que se le identifique a tiempo y se pueda comenzar a intervenir en ella. El nombre en inglés es “BingeDrinking” o en su traducción al castellano, el beber alcohol en forma de atracón.

La mayoría de nosotros conoce los atracones a partir del uso del término que se hace en los trastornos de la conducta alimentaria. Cuando nos referimos a los mismos a la pérdida de control de minutos a horas en el consumo de comida y carbohidratos. De la misma forma es que nos referimos al abuso en el consumo de alcohol.

Se trata de individuos que no toman todos los días, que pueden salir a un restaurante y tomar un par de copas de vino, pero que de vez en cuando se dan el permiso de consumir alcohol y pierden el control de sí mismos, hasta terminar completamente intoxicados y con grandes problemas de funcionalidad en las diferentes áreas de su vida; familiar, social, laboral, escolar y física.

Se le considera ya una forma bien diferenciada de tipo de adicción al etanol y que requiere un proceso de aceptación para poder ser evaluado, correctamente diagnosticado y poder iniciar un manejo adecuado.

No es nada raro que estos individuos sean parte de lo que se conoce como “Patología Dual”, donde el proceso adictivo se acompaña de otro problema de salud mental. Muy frecuentemente procesos depresivos crónicos de baja intensidad, desórdenes de ansiedad, donde el consumo de etanol puede disminuir los montos incómodos de la misma; o más gravemente, los trastornos del control de los impulsos, donde los eventos de intoxicación son solo una manifestación más de momentos donde no pueden controlar sus emociones, se aprecian de forma mucho más intensa y meten a las personas en problemas.

Así que, en este fin de año, a vigilar y monitorear como es nuestra relación personal con el alcohol y verificar que su uso sea solamente lúdico y no para complementar otros defectos.

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