Cada 12 de mayo de cada año y coincidiendo con el aniversario del natalicio de la histórica enfermera, Florence Nigthingale, se conmemora por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Día Mundial de la Fibromialgia.
Esta patología, con múltiples dificultades de entendimiento, de visualización, de diagnóstico, de manejo y de atención por parte de las redes de apoyo de los afectados, es reconocida por la misma OMS en la Clasificación Mundial de Enfermedades desde 1992.
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Se trata de una enfermedad que es definida primordialmente por la presencia de dolor crónico generalizado de las fibras musculares y de los tendones que se conectan con las articulaciones, así como la regulación de múltiples funciones de órganos que modula el sistema nervioso autónoma (SNA), como la deglución, el ritmo cardíaco y respiratorio, el movimiento intestinal, la presión arterial, la temperatura corporal, y la función de la vejiga, entre muchos otros elementos.
Es importante mencionar que las molestias no se deben a un tipo de dolor de características inflamatorias, si no más bien, derivado de sitios en el sistema nervioso central (SNC) que regulan las vías dolorosas y comienzan a disfuncionar.
Fibromialgia, enfermedad con síntomas inespecíficos
Los síntomas son muy inespecíficos y no se cuenta todavía con estudios de laboratorio o gabinete que permitan corroborar la presencia de esta patología, por lo que constantemente se enfrentan los pacientes a un peregrinar de médicos y procedimientos, donde se les comunica que no tienen ningún problema y que todo es meramente “psicológico”, ocasionando un inconsciente maltrato por parte de médicos y familiares.
Así mismo, otro conflicto frecuente, es el hecho de la ineficacia de los antinflamatorios para el manejo del dolor, cerrándose el panorama por el que se puede conseguir una mejoría de este malestar tan incapacitante.
De cada 10 pacientes afectados 7 u 8 son del género femenino, con un inicio de síntomas alrededor de los 20 años de edad. Se calcula que alrededor del 4-6% de la población mundial son portadores de este desorden del cual, como seguramente lo pueden inferir por lo que hemos explicado, se trata de una enfermedad crónica y que no cuenta hasta el omento con un esquema de curación.
¿Cómo tratar la fibromialgia?
El manejo es multidisciplinario, se involucran las revisiones de un reumatólogo, un neurólogo y un psiquiatra, ya que casi el 60% de los pacientes presentan episodios de insomnio, ansiedad y depresión significativos.
Hay que hacer modificaciones en el estilo de vida, generando un sueño reparador, una dieta de tipo mediterráneo, una prudente actividad física 4 veces por semana de ejercicios de tipo resistencia muscular y no cardiovascular o que tenga impacto significativo sobre los tendones y aprender herramientas para el control del estrés, como la meditación o el mindfulness.
Se cuentan con guías aprobadas de medicamentos que ayudan a modular las vías del dolor y que producen grandes índices de mejoría, así como procedimientos de estimulación cerebral y neuromodulación, con dispositivos médicos regulados que cooperan al control de los síntomas.
12 de mayo… es obligatorio pues sabes de Fibromialgia.