El ajo es una de las hortalizas más antiguas usadas por la humanidad, es de origen asiático, se extendió al sur de Europa y llegó al continente americano durante la ocupación española. Posteriormente, fue adoptado en diferentes gastronomías, entre ellas, la mexicana. Pero, ¿cuáles son sus beneficios?
Una cabeza de ajo se llama bulbo de ajo, y cada uno de sus componentes se conoce como diente; cada bulbo de ajo tiene entre 10 y 20 dientes. Y aunque hay muchas variedades, la más común es el ajo blanco. Aunque en México, el ajo morado también es muy popular.
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Beneficios del ajo en tu cuerpo
El ajo posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas calorías, es rico en vitaminas C, B6 y manganeso. Cada 100 gramos de ajo aporta 149 calorías, 0.5 g de grasa, 33.1 g de carbohidrato y 6.4 g de proteína.
De acuerdo con El Poder del Consumidor A.C., el ajo tiene múltiples beneficios nutrimentales: “Disminuye los niveles de colesterol y contiene antioxidantes que protegen del daño celular y el envejecimiento. Contribuye a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y demencia, además, disminuye la circulación sanguínea debido a que provoca vasodilatación, es decir, aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre fluya con más facilidad y disminuye la presión”.
Además, se ha comprobado que el consumo habitual de ajo puede disminuir la frecuencia de los resfriados en adultos. Lo anterior se debe a que es una beneficiosa fuente de fitoquímicos, ideales para aumentar las defensas del cuerpo, con efectos antivirales, fungicidas y antibacterianos.
También es rico en compuestos bioactivos, como la alicina, que tienen potentes efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Estos compuestos ayudan a reducir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que puede prevenir el daño celular relacionado con enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Un estudio publicado en el Journal of Nutrition encontró que el consumo regular de ajo podría disminuir marcadores inflamatorios en el cuerpo, lo que contribuye a una mejor salud general y a la prevención de enfermedades inflamatorias .
En resumen, el ajo tiene un gran aporte nutrimental y podría impactar con sus numerosos beneficios en nuestra salud cardiovascular, el sistema inmunológico y la protección contra ciertos tipos de cáncer. E integrarlo a nuestra dieta es muy fácil porque es un ingrediente flexible, pues puede consumirse crudo o cocido, que con su sabor potencializa cualquier platillo.
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