La contaminación a la que estamos sometidas las personas todo el tiempo es un tema preocupante que no solo atraviesa el calentamiento global, la extinción de especies y los ecocidios, también permea en la salud humana a través de lo que introducimos a nuestro organismo.
Los microplásticos que consumimos a través de nuestros alimentos son ejemplo del problema de contaminación descomunal en el que vivimos actualmente. Durante años esto se consideró una teoría, pero en los últimos años se ha demostrado que una gran parte de la comida que ingerimos está contaminada con agentes que afectan nuestra salud.
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¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son pequeñas partículas sintéticas que provienen de derivados del petróleo, detalla Ecologíaverde. Estos son difícilmente degrasables y su origen se encuentra en la actividad industrial y el consumo doméstico, puesto que está presente en detergentes, dentífrico, exfoliantes, protectores solares e incluso en fibras sintéticas de la ropa, por mencionar algunos.
Estos materiales por lo general son tóxicos, abrasivos y difícilmente tratables en la filtración de las depuradoras por su tamaño. Por eso, no es casualidad encontrar estos microplásticos también dentro de la comida que ingerimos.
¿Cómo afectan los microplásticos nuestra salud?
Debido a que el océano se ha convertido en el mayor depósito de basura de la humanidad, los peces y prácticamente toda la vida marina se ha contaminado también. De acuerdo con adn40, se estima que una ración de mejillones de 225 gramos podría contener hasta siete microgramos de microplásticos.
En 2022, un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicó un estudio en Scientific Reports en el que aseguraban que la ingesta de microplásticos deduce la diversidad bacteriana del microbiota del colon y produce alteraciones en el equilibrio en los microorgamisnos presentes.
“Dada la posible exposición crónica a estas partículas a través de nuestra dieta, los resultados obtenidos plantean que su ingesta continuada podría alterar el equilibrio intestinal y, por tanto, la salud”, dijo Victoria Moreno, investigadora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), en la nota de prensa difundida por el CSIC.
Por otro lado, National Geographic señala que un estudio de 2018 encontró microplásticos en las heces de ocho personas y otro más documentó la presencia de estos plásticos en las placentas de bebés no nacidos, esto debido a que eran nanoplásticos, es decir, con un tamaño inferior a un micrómetro.
Sin dura, este problema ambiental que sin lugar a dudas también afecta nuestra salud, debe ser tratado con severidad pues, el mismo medio señala que en 2022 se fabricaron 367 millones de toneladas métricas de plásticos, cantidad que se prevé se triplicará para 2050.
(Con información de National Geographic, adn40, EcologíaVerde).