Reformular la elaboración de productos ultraprocesados e impulsar una ley para su regulación podrían mejorar la situación de enfermedades crónicas en México, como las enfermedades cardiovasculares.
A esta conclusión llegaron miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Alianza por la Salud Alimentaria durante el marco de entrada de vigor en la segunda fase del etiquetado frontal de advertencia, próximo a entrar en octubre de 2023.
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“El consumo excesivo de sodio aumenta la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular, como infarto o embolia cerebral y muerte. Si implementamos una ley para reducir el contenido de sodio en alimentos procesados y ultraprocesados en México, podríamos reducir 904 mg de sodio por persona al día, evitando 12, 787 muertes anualmente”, mencionó Ana Basto-Abreu, investigadora del Centro de Investigación en Salud Poblacional del INSP.
Dentro del panel bajo el nombre “Reformulación y etiquetado frontal: claves para reducir el consumo de sodio y mejorar la salud cardiovascular” participaron la doctora Lilia S. Pedraza y la doctora Ana Basto-Abreu, investigadoras del Centro de Investigación en Salud Poblacional del INSP junto al Dr. Fabio da Silva Gomes de la Organización Panamericana de la Salud y como moderador Jorge Vargas de El Poder del Consumidor.
De acuerdo con la Secretaria de Salud, en México cerca de 220 mil personas fallecieron por enfermedades cardiovasculares en 2021, dentro de las cuales 117 mil fueron por infarto al miocardio, el cual podría prevenirse mediante la prevención y el control de factores de riesgo, como tabaquismo, presión arterial alta, colesterol elevado y diabetes no controlado.
¿Qué son los sellos de las etiquetas? Alcances y retos en México
En México, informa Hablemos de salud, es obligatorio el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados de fabricación nacional o extranjera comercializados en el país. Dicho etiquetado busca advertir al consumidor de forma clara y veraz sobre el contenido de nutrimentos críticos e ingredientes que representen un riesgo para la salud cuando son consumidos en exceso.
El portal continúa detallando que el etiquetado consta de 5 sellos en forma de octágono los cuales informan cuando hay un exceso de calorías, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sodio. A la par, existen dos leyendas sobre el contenido de cafeína y edulcorantes para evitar su consumo en niñas y niños. En productos pequeños, hay minisellos los cuales indican el número de ingredientes críticos.
Para conocer cómo estos han incluido en los productos consumidos en México, dentro del Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), recolectaron información en tres periodos distintos sobre los productos que la población mexicana suele consumir.
Estos fueron analizados antes y después de la implementación del etiquetado. El equipo encontró que casi el 50% de productos muestra había mejorado su perfil nutrimental al disminuir la cantidad de nutrimentos críticos, especialmente en azúcares.
“El 8% eliminó el contenido de edulcorantes en sus productos, especialmente en botanas saladas y bebidas lácteas. Creemos que el etiquetado está siendo utilizado para tomar mejores decisiones de compra debido a la reformulación de productos que estamos observando. Esto beneficia a la población”, destacó Lilia S. Pedraza.
Ante los cambios obtenidos, ahora el equipo busca conocer cómo el etiquetado ha impacto en el comportamiento de la población para consumir, o no, los productos. A pesar de ello, destacan que la reformulación ha permitido una menor cantidad de azúcares añadidas, sodio y grasas disponibles en el suministro de alimentos. Al igual, buscan evaluar los nuevos productos disponibles en el mercado y la segunda fase de la norma próxima a entrar.
¿Qué partes del cuerpo afecta el azúcar y el sodio?
El Instituto Mexicano del Seguro Social explica que exceder el consumo de sal en una alimentación diaria es un factor de riesgo que puede desarrollar hipertensión arterial y problemas del corazón, tales como insuficiencia cardíaca e infartos. Al igual se suman accidentes cerebrovasculares, daño en los riñones que ocasiona insuficiencia renal y posibilidad de presentar cáncer gástrico o colorrectal. El consumo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 5 gramos al día.
Por su parte, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social agrega que los alimentos azucarados contienen hidratos de carbono simples, por lo cual al existir un consumo abundante provoca al organismo trabajar excesivamente, llevando a la acumulación de la grasa. Enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y caries dentales son los problemas en la salud donde aumenta el riesgo.
Como una manera de actuar ante estos problemas de la salud, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) junto a la OMS han publicado continuamente el documento ‘Updated PAHO Regional Sodium Reduction Targets’ donde se resumen metas y retos para la reducción de sal/sodio en Estados Miembros.
Durante su participación, el Dr. Fabio da Silva Gomes de la Organización Panamericana de la Salud explicó los alcances y retos del etiquetado en Latinoamérica, como Chile, Argentina, Perú y México donde se ha buscado reducir el sodio en productos procesados.
“México ha sido el primer país en alcanzar las mejores prácticas en aplicar esta política. Al usar cualquier tipo de intervención pública es necesario buscar el beneficio, en este caso, protegen la alimentación saludable y la salud pública.”
Fabio da Silva Gomes agregó que este tipo de políticas públicas logran identificar aquellos productos que cuando se consumen excesivamente, tienen incidencia en la mortalidad de la población, por ejemplo, azúcares y grasas. Por ello, el especialista subrayó que el etiquetado debe influir el cambio de compra para evitar problemas de salud.
“Actualmente tenemos 11 países en nuestra región (América) que han adoptado por implementar estas advertencias. No sólo es necesario responder a un sistema regulatorio, sino tomar en cuenta otros factores, como el color o la forma que suelen estimular el consumo de productos”
Silva Gomes ejemplificó su declaración al mencionar que los colores rojos suelen disparar el apetito de las personas, por lo cual, es necesario buscar que se tomen decisiones más críticas al consumir productos. Además, ver las tablas de nutrición más grandes, así como advertencias y en menor espacio dibujos animados o frutas.
Diversos estudios han demostrado que en México personas adultas e infancias tienen un acceso a productos excesivos de nutrientes poco saludables, como el sodio, que sobrepasan los límites recomendados por la OMS. Debido a su incidencia, es que especialistas buscan una ley para disminuir la tendencia de compra.
Ley obligatoria de reformulación de productos ultraprocesados con alto contenido de sodio
El Instituto Nacional de Salud Pública, Alianza por la Salud Alimentaria y la Organización Panamericana de la Salud trabajaron en conjunto para conocer qué impactos tendría promover una ley obligatoria de reformulación de productos ultraprocesados en la salud de las y los mexicanos. Para ello, llevaron a cabo un estudio que reflejara los resultados.
Retomaron 16 grupos de alimentos procesados y ultraprocesados estimando cuál sería la reducción de sodio en la presión arterial e hipertensión. Al aplicar una fórmula conocida como potencia de impacto obtuvieron estimados sobre la reducción de dichas enfermedades con proyecciones a nivel poblacional en morbilidad y mortalidad.
12,000 casos de reducción en enfermedad isquémica del corazón y 3, 000 casos en accidentes cerebrovasculares, entre otras enfermedad, fueron algunos de los resultados. A la par, se podría reducir 241.6 millones de dólares en costos de ahorro sobre el sistema de salud en la primera fase y en la segunda fase 2, 268.5 millones de dólares. Dicha ley sería llevada a cabo junto al etiquetado correspondiente.
“Una ley obligatoria de reformulación para reducir el contenido de sodio es una intervención efectiva y salvavidas. Es un área de oportunidad grande para poder alcanzar las metas y mejorar la salud en la población mexicana”, finalizó Lilia S. Pedraza.
(Con información de la Secretaria de Salud, Hablemos de salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social)