Al nacer lo único que tenemos seguro es que vamos a morir en algún momento, pero un estilo de vida saludable y una buena alimentación puede ayudarnos a vivir más y hoy te diremos si la dieta mediterránea es la clave para no morir jóvenes.
La Clínica Mayo explica que la dieta mediterránea es una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales de Grecia, Italia y otros países que bordean el mar Mediterráneo.
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Los alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias, son la base de la dieta. El aceite de oliva es la principal fuente de grasa agregada.
En la dieta mediterránea se incluye con moderación el pescado, los mariscos, los lácteos y la carne de aves. Por el contrario, la carne roja y los dulces solo se comen ocasionalmente.
¿Es la dieta mediterránea la clave para no morir jóvenes?
Existen diversos estudios que hablan de los beneficios de la dieta mediterránea y ahora una nueva investigación realizado por un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), señala que seguir una dieta mediterránea combinada con una actividad física regular y una vida social activa podría reducir el riesgo de morir prematuramente hasta en un 23%.
La investigación exploró la relación entre seguir un estilo de vida mediterráneo y el riesgo de mortalidad en poblaciones no mediterráneas y después de seguir a los participantes por nueve años, los resultados mostraron que una mayor adhesión al estilo de vida mediterráneo estaba vinculada a un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, incluido el cáncer.
¿Cómo se realizó la investigación?
El estudio se centró en la población británica, analizando datos de más de 110 mil personas con edades de entre los 49 y 75 años. Para evaluar el estilo de vida mediterráneo, los investigadores utilizaron el índice MEDLIFE, un instrumento compuesto por 25 ítems que examina hábitos como la alimentación, el tiempo dedicado a la socialización y las horas de sueño.
La información sobre la mortalidad se sacó de los registros nacionales. Los resultados publicados sientan las bases para futuras investigaciones sobre estilos de vida en poblaciones con hábitos distintos a los mediterráneos.
El equipo ya había investigado previamente el estilo de vida mediterráneo, pero en esta ocasión decidieron expandir su enfoque a personas que no pertenecían a lugares mediterráneos.
"Los resultados indican que es viable adaptar un estilo de vida mediterráneo en poblaciones no mediterráneas utilizando productos disponibles localmente, aportando así valiosa información para investigaciones futuras", dijo Mercedes Sotos-Prieto, autora del estudio.
"Este estudio va más allá de simplemente promover el consumo de frutas y verduras o la práctica de ejercicio. Resalta la importancia de considerar todas las dimensiones de nuestra vida cotidiana", mencionó Javier Maroto-Rodríguez, coautor de la investigación.
(Con información de: Infosalus y Mayo Clinic)