¿ERES ADULTO Y DUERMES CON UN PELUCHE?

¿Eres adulto y duermes con un peluche? No es inmadurez, es salud mental

Lejos de ser un comportamiento aislado, muchos adultos (quizá más de los que lo confesarían) duermen con un peluche a su lado

Dormir con un peluche no es solo cosa de niños.
Ser adulto y dormir con un peluche.Dormir con un peluche no es solo cosa de niños. Créditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

Dormir con un peluche no es solo cosa de niños. Una encuesta realizada en 2017 a más de 2 mil adultos estadounidenses reveló que 40% admitió dormir aún con un osito de peluche. Aunque no es la mayoría, sí es un porcentaje alto como para cuestionar la creencia de que es un hábito infantil o inmaduro. La ciencia lo respalda. 

¿Eres adulto y duermes con un peluche? No es inmadurez, es salud mental

Well + Good señala que la psicoterapeuta Cheryl Groskopf, lo deja claro: No hay nada de malo en ello (ser adulto y dormir con un peluche) si es por comodidad o nostalgia. Sin embargo, si sientes que lo necesitas para poder dormir o sentirte seguro, podrías considerar hablarlo con un profesional, no porque sea “malo", sino porque podría ser una señal de que hay algo más profundo en juego.

Lejos de ser un comportamiento aislado, muchos adultos (quizá más de los que lo confesarían) duermen con un peluche a su lado. La doctora Jessica Lamar, especialista en salud mental y cofundadora del Bellevue Trauma Recovery Center, explica que esto puede deberse a la comodidad física, a rutinas de sueño establecidas o a una sensación de seguridad emocional que estos objetos brindan. 

Considerando lo difícil que puede ser conciliar el sueño en la adultez, tener un aliado de felpa no parece una mala idea. Y según las expertas, estos son algunos motivos para dormir con un peluche aún siendo adulto:

1. Comodidad y seguridad emocional: “Muchos adultos encuentran en sus peluches una sensación de calma que les recuerda su infancia”, señala Caroline Fenkel. En momentos de cambio o estrés, este objeto puede ser un punto de anclaje emocional, reduciendo la ansiedad y ayudando a relajarse. En psicología, esto se conoce como un "objeto de transición".

2. Valor sentimental: Algunas personas duermen con peluches que representan vínculos afectivos importantes: un regalo de alguien querido, un recuerdo de una etapa feliz o un símbolo de protección. Esta conexión puede ayudar a mantener el contacto con el propio niño interior.

3. Confort físico: Sostener algo suave al dormir, como una almohada o un peluche,  puede mejorar la postura y dar una sensación física placentera. Esa textura familiar y mullida tiene, según expertos, un efecto calmante.

4. Cuando se vuelve una necesidad: Dormir con un peluche solo se convierte en un problema si causa angustia o limita tu vida. “No es el peluche en sí, sino la dependencia emocional o la vergüenza profunda lo que podría indicar una situación a revisar”, aclara la Dra. Lamar.

La terapeuta Margaret Van Ackeren, afirma: “Muchos adultos lo hacen porque les da seguridad y reduce sentimientos como la ansiedad o la soledad”.

Dormir con un peluche no es solo cosa de niños. Crédito: Canva.

En resumen: Sí, abrazar a tu peluche te hace dormir mejor y sentirte bien, no solo es normal. Es autocuidado. ¿Y tú? ¿Duermes con un peluche?