ESTRÉS Y ANSIEDAD

¿Pueden los alimentos reducir el estrés y la ansiedad?

Si bien no existen pruebas concluyentes que lo demuestren, en el caso del estrés y el trastorno de ansiedad, sí existen alimentos que podrían influir

No es casualidad que todo tratamiento médico contemple eliminar el consumo de ciertos alimentos.
No es casualidad que todo tratamiento médico contemple eliminar el consumo de ciertos alimentos. Créditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

¿Cómo combatir el estrés y ansiedad? Desde la óptica médica que se quiera tener, la buena alimentación representa un aspecto fundamental. Comer adecuadamente ayuda a mantener una correcta digestión y provee al organismo de los nutrientes que se necesitan para que las funciones generales del cuerpo se puedan llevar a cabo con normalidad. 

¿Pero las propiedades de la comida para mantener un cuerpo sano se extienden también a las funciones cerebrales, neuronales y emocionales de las personas? Si bien no existen pruebas concluyentes que lo demuestren, en el caso del estrés y el trastorno de ansiedad, sí existen alimentos que podrían influir.

Un profesional de la salud debe indicarnos la mejor dieta. Foto: Canva

Desde luego, no se trata de sustituir un tratamiento terapéutico por el consumo de ciertos alimentos, pero sí podemos hablar de que un cambio alimenticio (aunado a mejores hábitos de sueño y descanso, actividad física vigorosa y recurrir a nuestras redes de apoyo social, entre otros cambios) puede ayudar sustancialmente a mejorar el estado de ánimo y la motivación de las personas para luchar contra cuadros de depresión o ansiedad.

Suplementos alimenticios ¿sí o no? 

Para el tratamiento de cuadros de ansiedad o estrés no hay de otra: acudir con un médico psiquiatra o un psicólogo especializado es la mejor alternativa. Este profesional de la salud debe determinar la mejor dieta y también si es necesario agregar suplementos alimenticios

Existen productos ricos en vitaminas del Complejo B que pueden abonar para generar un cuadro médico óptimo, esto es gracias a que  promueven la generación de serotonina. También hay productos con Omega 3 que son auxiliares en el tratamiento de la depresión, pero es indispensable repetir que toda ingesta de esta naturaleza debe tener un adecuado acompañamiento médico.

Alimentos contra la ansiedad y el estrés, ¿qué no consumir?      

No es casualidad que todo tratamiento médico contemple eliminar el consumo de ciertos alimentos que, en exceso, resultan ser altamente nocivos. En el caso del estrés y ansiedad, lo mejor es evitar el consumo de alcohol, que aunque puede ofrecer un efecto tranquilizante, también podría alterar el curso normal del sueño.

Por su parte, el consumo de azúcares refinadas y grasas puede ralentizar los procesos digestivos y generar una sensación de pesadez que, si es extensiva, no abonará a un estadio anímico óptimo. Otro de los alimentos que se contraindican en cuadros de ansiedad y estrés es el café. Y es que en exceso, la cafeína interfiere también en el sueño y los procesos circulatorios del organismo.

Hay alimentos que mejoran o empeoran el estado de ánimo. Foto: Canva

¿Cuáles son los mejores alimentos para combatir el estrés o la ansiedad?

No todas las grasas que contienen los alimentos son nocivas para el organismo. Por ejemplo, de los pescados se pueden obtener cantidades elevadas de Omega 3, ácido graso que mejora las funciones cardiacas y la presión.

Asimismo, incluir hidratos de carbono puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina, sustancia que ofrece un efecto tranquilizante. Los hidratos de carbono se encuentran en cereales y granos integrales, tales como la avena y la quinoa.       

Comer bien para sentirse bien

Es necesario reiterar que, para combatir la ansiedad y el estrés, la visión médica representa el primer paso y el mejor camino que hay que seguir. También es útil repetir que una buena alimentación es fundamental para cualquier asunto médico.

Para combatir la ansiedad y el estrés, la visión médica es necesaria. Foto: Canva

Dicho esto, vale agregar que comer correctamente también se traduce en beber abundantes líquidos (agua, principalmente), masticar bien, tener al menos tres ingestas al día con horarios fijos, variar el menú y cuidar las cantidades que vamos a ingerir. Seguir estos pasos, de la mano de un tratamiento terapéutico adecuado, son procesos necesarios para mejorar nuestra salud mental

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