Cada día encontramos un momento por el cual levantarnos. Aunque la flojera invada nuestro cuerpo o no hayamos logrado un sueño reparador, nos quitamos las sábanas, desayunamos, nos lavamos la cara e iniciamos con los pendientes. Incluso el día más desesperanzador, encontramos energía para continuar con nuestra actividad diaria. Sin embargo, cuando se vive con un problema de salud mental, iniciar el día puede conllevar otras complicaciones, como es el caso de la distimia.
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Ante el incremento de casos por problemas de salud mental, activistas, pacientes, familiares, organizaciones sin fines de lucro, medios de comunicación, gobiernos y diversos espacios se han sumado para abordar la información sobre salud mental. Sin embargo, falta mucho por conocer. Por ello, hoy te compartimos información sobre la distimia.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México el 25% de las personas entre a 18 a 65 años presenta algún problema de salud mental y sólo 3% busca atención médica. En el mundo, los trastornos mentales afectan a casi 450 millones de personas, dentro de los cuales, la depresión, la bipolaridad y esquizofrenia son las más comunes. Estos trastornos se manifiestan a través de la culpa, apatía, melancolía, tristeza, ansiedad y pérdida de estrés.
¿Cómo se siente una persona con distimia?
De acuerdo con Atenzia, la distimia es una afección depresiva persistente, es decir, una alteración del estado de ánimo crónica que se padece de forma continua durante un largo periodo de tiempo. La distimia puede provocar dificultad para relacionarse, aislamiento social, mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad crónica, empeoramiento de la calidad de vida, posible abuso de sustancias, entre otros. La distimia y la depresión comparten características, pero sus diferencias son:
- Tiempo de duración: la duración mínima de la distimia es de dos años, mientras que la depresión suele durar semanas o pocos meses
- Intensidad de los síntomas: los síntomas de la depresión mayor son más intensos que la distimia
- Interferencia en la vida: la depresión mayor es más perjudicial que la distimia, pues supone un impedimento para ciertas actividades cotidianas, como dormir, comer o incluso bañarnos
- Edad de inicio: el trastorno a largo plazo aparece a partir de los 20 años y el otro entre los 30 y 40
Ivane Salud informa que el primer paso para un tratamiento de la distimia es un diagnóstico correcto por un profesional de salud. Posterior a ello, pueden realizar pruebas, como análisis sanguíneos para descartar deficiencia de vitaminas, hierro u otras alteraciones que den lugar a síntomas compatibles. Así como test de screening neuropsicólogos y una amplia entrevista clínica. Lamentees maravillosa enlista una serie de estrategias que también pueden ayudar a la distimia con el tratamiento por un especialista:
- Aceptar tus emociones: identificar, comprender y acoger a las emociones tal como son, sin juzgarlas, criticarlas, rechazarlas o reprimirlas
- Practicar atención plena: mediante el mindfulness podrá salirse de la distimia al reducir los síntomas de la distimia
- Realizar ejercicio con regularidad: esto ayudará para atenuar los síntomas depresivos y mejorar tu salud general
- Dormir lo suficiente: tener un horario para irte a la cama y levantarte que retome entre 7 a 8 horas podrá ayudar a regular tus emociones
- Comer de manera saludable: evitar alimentos procesados e incorporar alimentos en magnesio y ácido fólico
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