El domingo endulza la mente con sus tardes tranquilas, sus alimentos abundantes y sus actividades que nos incitan a salir de la monotonía. Sin embargo, cuando llega la noche este sueño es interrumpido por el estrés de la semana. Pendientes del trabajo, pendientes de la escuela, pendientes personales, entre otros, nos inundan la mente, provocándonos ese cansancio que nos amarra a la cama. Aunque el estrés es inevitable, puede tener diversas consecuencias, como el estrés emocional.
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Comúnmente cuando hablamos o expresamos estrés solemos relacionarlo con síntomas físicos a causa de actividades físicas. Sin embargo, los seres humanos no sólo componemos el físico, también lo mental y lo emocional. Algunas personas pueden estar experimentando estrés emocional que dificulte realizar ciertas actividades. ¿Qué es el estrés emocional? ¿Cuáles son sus síntomas? Continúa leyendo esta nota y conócelo a profundidad.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, el 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos. Entre sus causas está trabajo, finanzas personales, violencia, tráfico vehicular, problemas de pareja o problemas familiares. El estrés puede afectar a nivel emocional, conductual, cognitivo y fisiológicos.
¿Qué es el estrés emocional?
Según MedlinePlus, el estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. El estrés es la reacción del cuerpo ante un desafío o demanda. Estos pequeños episodios del estrés pueden ser positivos, pues permite cumplir con una fecha límite, pero cuando el estrés dura mucho tiempo puede dañar la salud.
Somos Estupendas detalla que el estrés puede provocar entrar a un estado de fatiga psicológica el cual si se propaga puede aumentar posibilidades de vivir afectaciones físicas y mentales, como patologías cardíacas o depresión. Uno de los síntomas del estrés emocional es no encontrar placer en las actividades que antes eran emocionantes, tener un estado ánimo bajo, irritación frecuente o no tener ganas de hacer nada. Entre sus niveles están:
- Estrés agudo: responde aquellos momentos de cambio de adrenalina con efectos a largo plazo
- Estrés agudo episódico: situaciones que se repiten con frecuencia. Existen exigencias autoimpuestas y existen una rutina repleta de responsabilidades
- Estrés crónico: problemas no resueltos que se mantienen a lo largo del tiempo, provocando estrés emocional
Lamentees maravillosa explica que existen diversas prácticas para recuperar la calma cuando se vive con estrés emocional. Para ello es necesario desarrollar herramientas que permitan reducir el impacto de las tensiones, más no eliminarlas. Esto puede lograrse mediante la aplicación de los siguientes consejos:
- Reconocer que es necesario un freno: si se vive una tensión, es necesario detenerse, dar unos pasos hacia estrés y observarte desde otro ángulo
- Identificar tus principales estresores: ubica tus mayores estresores y trabaja en ellos
- Establece límites tanto para ti, como para el resto: reconoce que no puedes abarcarlo todo. Da prioridad a lo importante y preserva tu bienestar emocional
- Cuida tus hábitos: además de los aspectos básicos, incluye meditación, yoga o respiración consciente
- Busca apoyo profesional: la guía de una profesional te ayudará a marcar las diferencias
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