Practicar un deporte requiere diversos factores. En primera, encontrar una práctica que permita desarrollar interés y gusto. En segunda, mantener un compromiso con el entrenamiento, la alimentación, los ejercicios y cualquier elemento que permita perfeccionarse en el deporte. En tercera, contar con un equipo adecuado para evitar lesiones y conseguir las metas propuestas. ¿Estamos olvidando algo? Sí. Tener humildad.
Dentro del mundo del deporte, no sólo los elementos físicos permiten alcanzar la gloria, también son necesarias las herramientas mentales que una persona podría desarrollar, como el trabajo en equipo, la empatía, la resiliencia y la humildad. Cuando un deportista sólo se centra en aspectos físicos o materiales, pocas veces podrá construir una red de apoyo que le dé soporte en los momentos difíciles.
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¿Por qué es necesaria la humildad en el deporte? ¿Cómo beneficia la humildad al deporte? Continúa leyendo esta nota para darle resolución a estas preguntas. En caso de que estés buscando desarrollarte en un deporte, conocerás la relevancia de la humildad.
¿Qué es ser humilde en el deporte?
De acuerdo con la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, el deporte es toda aquella actividad que involucra una serie de reglas o normas a desempeñar dentro de un espacio o área determinada, como campo de juego, cancha, pista, etc., que a menudo es asociado con la competitividad deportiva. El deporte se refiere a las capacidades físicas e intelectuales que permiten a las personas ganar o perder. Por ello, el deporte forma parte de las actividades que proveen salud física.
Según el Programa de Valores de la Universidad Autónoma del Estado de México, la humildad es una virtud humana en quien desarrolla consciencia de sus propias limitaciones y debilidades. La humildad no predispone a cuestionar aquello que ahora habíamos dado por cierto. Una persona humilde no pretende estar por encima o por debajo de nadie, sino comprende que todas las personas somos iguales y toda existencia tiene el mismo grado de dignidad.
Psicología y Mente explica que la humildad en el deporte es ser consciente de los éxitos tanto como en los errores. La humildad permite reconocer los logros, pero sin alardear de ellos. Por ejemplo, una persona puede realizar una jugada espectacular, pero si tiene la necesidad de validarla a través de sus compañeros, rivales o espectadores, no está siendo humilde. Otros ejemplos son:
- Si necesita una celebración exagerada para conseguir una mayor atención sobre el gol, no está siendo humilde
- Si preguntan sobre un compañero o rival y expresamos la opinión sincera, hay humildad
- Si celebramos los logros de los compañeros como si cualquier otra persona los haya marcado, estamos siendo humildes
Ecodiario destaca que la humildad en el deporte abre la puerta a la gratitud. Cuando los deportistas de elite terminan su carrera deportiva y se despiden del medio, practican humildad al ayudar a las personas que apenas van comenzando. Con ello, la humildad y la gratitud dignifican la práctica deportiva y destruyen la idea de que las personas se construyen por sí solas. Lo cambian a ‘somos gracias a los otros, y sin los otros, no podríamos alcanzar lo que aspiramos ser’.
Lamentees maravillosa detalla que la humildad permite la gestión de resultados competitivos, permite manejar las diferencias de opinión sea que vengan desde el equipo o fuera, fomenta la integridad en el deporte, permite un mejor rendimiento y fomenta las relaciones. Con estos elementos, las personas involucradas en el deporte podrán beneficiarse para alcanzar sus metas y manejar de manera adecuada sus errores.
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