Las quejas son parte de la experiencia humana. Todos nos hemos quejado sobre algo en algún momento de la vida: el tráfico, el clima, el trabajo, la situación política, etcétera. Y aunque puede ser una herramienta útil para procesar emociones como el estrés y la frustración, quejarse constantemente puede tener efectos negativos en tu cerebro e, incluso, tu relación con otras personas.
Según Psychology Today, quejarse constantemente puede tener un impacto significativo en tu salud mental. Si te enfocas en emociones negativas como la frustración o la ira de manera recurrente, esto puede alterar tus redes neuronales, y promover patrones de pensamiento negativos sobre los positivos, como la gratitud y el bienestar.
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Esta predisposición, además, puede afectar el hipocampo, una región cerebral clave para la memoria, la resolución de problemas y la función cognitiva, lo que genera un círculo vicioso difícil de romper.
La adicción a las quejas
Las quejas también puede ser adictivas, pues expresar quejas constantemente refuerza las conexiones neuronales asociadas al pesimismo. Con el tiempo, quienes se quejan de manera habitual no solo incrementan su estrés interno, sino que también crean problemas en sus relaciones personales. La negatividad constante tiene un efecto "contagioso": al compartirla, las personas que te rodean pueden adoptar una actitud similar, lo que fomenta ambientes tóxicos y desgastantes.
Esto no quiere decir que debas eliminar las quejas tajantemente de tu vida. Quejarse ocasionalmente puede ser una forma natural de desahogo. Hacerlo en exceso, sin embargo, puede tener consecuencias profundas a nivel individual y en tu entorno social.
Esta es la forma correcta de quejarse, según expertos
En entrevista con The New York Times, la doctora Robin Kowalski, profesora de Psicología en la Universidad Clemson, dijo que sí existe una forma correcta de quejarse. Esta empieza por entender cómo es que la palabra “queja” describe una variedad de conductas, algunas más útiles o más dañinas que otras. Existen tres categorías:
- Desahogarse o liberar emociones. Se refiere al acto de expresar emociones, generalmente negativas, para liberar tensiones.
- Resolución de problemas. El proceso de señalar algo con el fin de identificar una solución eficaz al conflicto.
- Rumiar (o darle vueltas a algo). El hábito de pensar repetitivamente en un problema o situación negativa, a menudo sin encontrar una solución.
Kowalski sugiere identificar el tipo de conducta en el que estás inmerso y, con ese propósito, implementar hábitos para convertir las quejas en estrategias de resolución. Además, esto puede ayudar a mejorar tu salud emocional y construir mejores relaciones con la gente que te rodea.
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