La falta de empleo, la crisis económica, las deficiencias del transporte público, los salarios bajos, los abusos de poder, las mentiras de personajes públicos, el costo alto de los servicios, la falta de tiempo, el tráfico, el mal humor de las personas, cada día existen motivos para quejarnos. Gritar a los 4 vientos el disgusto, el desagrado y el enojo para sobrevivir al día es la medida de salvación, pero ¿qué sucede cuando nos convertimos en una persona quejosa?
Aunque la queja nos permite compartir el malestar, cuando se recurre a ella constantemente podemos crear un ambiente de noticias negativas e incomodidad. Para algunas personas esto puede ser un problema porque comienza a formarse una molestia no hacia los temas, sino a las personas. ¿Cómo poder convivir con las personas quejosas? Hoy te dejamos estos consejos que te ayudarán.
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Psicología Estratégica informa que la queja surge a raíz de una frustración, malestar o daño percibido. La atención se centra en lo negativo y se busca una forma de amortiguar el malestar mediante la queja. La queja es una forma de liberar la tensión y buscar apoyo de las demás personas mediante el consuelo y la empatía. La queja no ayuda a superar la frustración ni a pasar la acción.
¿Cómo relacionarme con una persona quejosa?
1. Escucha de forma activa y busca empatizar
De acuerdo con Lamentees maravillosa, muchas personas recurren a la queja porque pocas veces se le escucha, por lo cual necesitan que alguien les valide y les tenga en cuenta. Si no obtienen esto, automatizan dicho comportamiento. Cuando detectes a una persona quejosa, ofrécele tu hombro para poder desahogarse y buscar otras alternativas de solucionar su conflicto. Ten en cuenta hasta qué punto podrás ayudar y hasta qué punto llegan tus límites.
2. Fomenta una resolución de problemas
Lamentees maravillosa aconseja guiar a una persona quejosa para que pueda adaptar una actitud proactiva. Para ello, la persona deberá poder reducir su negatividad con el fin de poder actuar. Este proceso no es lineal, por lo cual, puedes recomendarle poco a poco actividades de resolución de problemas. Entre ambas, podrán encontrar grupos de apoyo o estrategias de acción para reducir el problema.
3. Aplica la asertividad
Lamentees maravillosa agrega el tratar de utilizar la asertividad y hacerle ver a la persona quejosa como dichas actitudes le están dañando. Esto ayudará a tomar conciencia no sólo de sus acciones, sino sus repercusiones en otras personas que presentan incomodidad o molestar. En este punto será necesario buscar las palabras adecuadas que permitan dar un acompañamiento a la persona y a par ser empática sobre los sentires y pensamientos de las demás personas.
4. Crea empatía
El Deber recuerda que es necesario hacerle ver a la persona quejosa que entiende la situación. Probablemente conforme van analizando sus razones, estás perderán peso y podrá llegar hacia un estado de solución de conflictos. Aunque no hayas pasado por las mismas situaciones, puedes compartirle situaciones cercanas o cómo te has sentido en ciertos momentos. Esto hará ver a la persona que no está sola.
5. Toma distancia
¿La persona no quiso comunicar las razones de sus quejas? ¿A pesar de las acciones continúo como si nada hubiera pasado? ¿Escuchó cómo les hace sentir pero no le dio importancia? Si la persona quejosa no quiere cambiar o busca un cambio, lo mejor será que te alejes para que deje de tener un poder sobre cómo te sientes, finaliza El Deber. Cada persona tiene sus razones para no querer dar el paso hacia el cambio.
(Con información de Psicología Estratégica, Lamentees maravillosa, El Deber)