La población urbana se duplicó del 25% en 1950 al 56.2% en 2020. Se prevé que la población seguirá en aumento y crecerá hasta un 58% en los próximos 50 años, según datos de The Conversation. ¿Por qué las ciudades afectan nuestra salud mental?
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Diversos estudios indican que vivir en la ciudad, se asocia con una mayor actividad de la amígdala, parte esencial del cuerpo que controla el estrés y la ansiedad. De hecho, la tasa de prevalencia de muchos problemas de salud mental es mayor en las ciudades que en zonas rurales. National geographic detalla que existe un 40% más de riesgo de depresión, un 20 % más de ansiedad y el doble de riesgo de esquizofrenia en las ciudades que en áreas rurales.
Razones por las que las ciudad afecta la salud mental
Existen diversos factores de la vida en las ciudades que pueden actuar como estresores, Algunos de ellos son el hacinamiento, el ruido, la contaminación, y, por supuesto, el propio diseño urbano. Diversos estudios indican que el exceso de patrones repetitivos y geométricos como los de los edificios, puede generar estrés visual.
Las condiciones ambientales de la ciudad, como la falta de luz natural o muy poco contacto con la naturaleza, pueden afectar al estado de ánimo y las emociones, por ello, el entorno natural parece tener una mayor complejidad fractal, lo que implica un menor número de fijaciones oculares, produciendo un menor esfuerzo en el procesamiento de la información visual.
Los beneficios de incorporar zonas verdes en los entornos urbanos han sido repetidamente demostrados. La mera exposición a elementos naturales, como el cielo, los árboles, el agua, la luz natural o la brisa reducen la percepción del estrés, informa La Nación.
Mirar el cielo o pasear entre árboles es suficiente para disminuir la presión arterial, la frecuencia cardiaca, los niveles de la hormona del estrés y la actividad neuronal en áreas cerebrales vinculadas a enfermedades mentales. Cuando no se tiene acceso a estos espacios, se favorece la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y los problemas emocionales, informa el portal Maren Kids.
No obstante, no todo lo que nos aporta la ciudad es negativo para nuestra salud mental. Una buena accesibilidad al transporte público y estructura urbana aumentan las oportunidades de tener una vida social activa y contribuyen a reducir el riesgo de depresión, en especial entre personas adultas mayores.
Estratégias para mejorar la salud mental en la ciudad
Existen numerosos proyectos para hacer más habitable el espacio, por ejemplo, el documento Hogares con Psicología en el que el Consejo General de la Psicología, la Psicofundación e Ikea describen cómo la luz, el orden o el olor influyen en las relaciones sociales.
Los datos de este estudio indican que las personas que tienen mobiliario suficiente, luz natural y un espacio privado tienen mayor estabilidad mental que aquellas que les falta espacio, no tienen tanta luz natural o no disponen de espacios abiertos a exteriores.
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