La adolescencia es una etapa única y formativa llena de muchos cambios físicos, emocionales y sociales entre los que se encuentran la exposición a la pobreza, los malos tratos o la violencia, provocando que los adolescentes sean vulnerables a los problemas de salud mental.
“En el mundo, uno de cada siete jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental, un tipo de trastorno que supone el 13% de la carga mundial de morbilidad en ese grupo etario. La depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes”, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con esta organización, los adolescentes con trastornos mentales se vuelven vulnerables a sufrir exclusión social, discriminación, problemas de estigmatización, comportamiento de riesgo, dificultades educativas, mala salud física y violación de sus derechos humanos.
Por esta razón, es importante hablar sobre salud mental con los jóvenes en esta etapa de la vida y darles la oportunidad y herramientas para pedir ayuda en caso de necesitarlo.
¿Por qué es importante hablar con los adolescentes de salud mental?
Hablar de salud mental durante la adolescencia es importante, dado que es un periodo crucial para el desarrollo de habilidades y hábitos sociales importantes para el bienestar mental.
Aprender patrones del sueño saludables; realizar ejercicio de forma constante; hacer frente a situaciones difíciles o incómodas; aprender a resolver problemas; aprender a mantener relaciones interpersonales, así como aprender a gestionar las emociones son cosas que se aprenden en la adolescencia y afectan inevitablemente nuestra salud mental.
Son muchos los factores que afectan la salud mental, por eso, es importante explicarles a los adolescentes qué es, así como la relevancia que tiene en sus vidas, pues en muchas ocasiones suelen afrontar estos problemas desde la soledad o sin siquiera saber que están atravesando un momento de ansiedad o depresión.
A veces, los signos de alerta son evidentes, otras veces no, por eso, Eres Mamá señala algunos de ellos:
- Pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras
- Cambios en el estado de ánimo y en sus emociones
- Dificultades para dormir
- Preocupación o nerviosismo constante
¿Cómo puedo acompañar a un adolescente?
Una forma de acompañar a las adolescencias durante estos procesos es a través de la escucha y de pequeños pasos para que se sientan cómodos y puedan sentirse seguros para hablar de sus problemas.
Contar nuestras propias experiencias; crear un clima cálido; escuchar y validar; buscar ayuda juntas o juntos son algunas de las cosas que podemos hacer como adultos para que los adolescentes se sientan acompañados.
(Con información de OMS, Eres Mamá).