Aunque el Parkinson se trata de una enfermedad a nivel cerebral, diferentes estudios y expertos han notado que existe una gran conexión entre este padecimiento y el aparato digestivo, en especial con la microbiota .
De hecho, una nueva investigación ha encontrado que algunos problemas intestinales pueden ser señales de Parkinson, e incluso podrían considerarse como alertas tempranas de la enfermedad neurológica.
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El grupo de investigadores encontraron que existen algunos problemas específicos que podrían ser particularmente útiles para predecir la enfermedad de Parkinson en una persona de forma específica, por lo que detectarlos resultaría de ayuda en los diagnósticos tempranos.
Este estudio de expertos del Johns Hopkins University, se suma a los diversos estudios e investigaciones que hasta ahora se enfocan a descubrir los orígenes del Parkinson, en los cuales podría estar involucrado el sistema digestivo.
Los intestinos y el Parkinson pueden tener una gran conexión
Un estudio de 2021, publicado en la Journal of Parkinson’s Disease, indicó que hasta ahora se ha observado que es posible que los primeros cambios en el organismo relacionados con el Parkinson podrían iniciar en el tracto gastrointestinal, incluso antes de que los cambios se observen en el cerebro.
Además, otra investigación, en la revista Neuron, demostró que la microbiota que se encuentra en los intestinos podría ser el sitio de inicio del Parkinson, según analizaron en modelos de ratones, a quienes se les administró una inyección para activar la sistema inmunológica y sistemas gastrointestinales.
Gracias a esto, el equipo de la Columbia University, se pudo percatar de que el grupo de ratones que tenía factores genéticos similares a los humanos, experimento estreñimiento, así como daño en las células nerviosas de los intestino, aunque se requiere más investigación para detectar los cambios cerebrales que pueden surgir.
Los problemas intestinales pueden ser señal de Parkinson
Recientemente, un grupo de científicos ha encontrado que algunos problemas intestinales podrían ser señales tempranas alertarían de la presencia o futuro desarrollo del Parkinson en una persona que se considere aparentemente sana a nivel neurológico, según reportaron en la revista Gut.
El equipo encargado de la investigación analizó los datos de más de 24,000 personas que estaban registrados en una red de registros médicos de Estados Unidos, y que habían sido previamente diagnosticadas con enfermedad de Parkinson por causas desconocidas, para compararlas con personas con Alzheimer, enfermedad cerebrovascular, o aparentemente sanas.
Una vez emparejados, se hizo un análisis retrospectivo para comparar qué tan frecuentes eran las condiciones intestinales reportadas durante 6 años antes de su diagnóstico de Parkinson; y además, posteriormente agruparon a los participantes en 18 grupos, dependiendo de las afecciones intestinales presentadas, para evaluar su evolución durante 5 años.
Gracias a estos análisis, los investigadores pudieron darse cuenta de que sí existía una correlación entre los problemas intestinales y un aumento en el riesgo de obtener un diagnóstico de Parkinson, por lo que podrían considerarse como específicos para esta enfermedad.
¿Qué problemas intestinales se asocian a Parkinson?
Los investigadores se dieron cuenta de que algunos problemas intestinales (dispepsia funcional y síndrome de intestino irritable con diarrea o diarrea e incontinencia fecal) no resultaban específicos de la enfermedad de Parkinson, por lo que su presencia no podría representar un mayor riesgo de diagnóstico.
Sin embargo, los resultados de los estudios demostraron que dentro de los casos que habían estudiado, habían cuatro problemas intestinales que sí tenían asociaciones específicas con la enfermedad de Parkinson:
- Gastroparesia (trastorno en el que se retrasa o se detiene el paso de los alimentos del estómago al intestino, sin que exista obstrucción).
- Disfagia (dificultad para tragar).
- Síndrome de intestino irritable sin diarrea
- Estreñimiento.
Además, se percataron de que haber recibido una apendicectomía influía al reducir los riesgos de enfermedad de Parkinson; y otros problemas intestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal y la vagotomía, no se asociaban con este padecimiento neurológico.
(Con información de: Gut, National Library of Medicine, Neuron, National Institutes of Health, American Society of Clinical Oncology.)