La neuroarquitectura es una rama de la neurociencia que analiza cómo es que el espacio arquitectónico afecta el estado de ánimo de las personas.
De acuerdo con INESEM, esta rama del conocimiento se enfoca en estudiar las señales que el sistema nervioso emite al cerebro como consecuencia del estímulo obtenido mediante la percepción del espacio, las formas y los colores que vemos constantemente para construir espacios que mejoren el bienestar de las personas.
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La influencia de los espacios sobre nuestro estado de ánimo y salud mental es importante, pues, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasamos alrededor del 90% de nuestra vida en espacios cerrados, por lo tanto, la forma como nos sentimos dentro de ellos es esencial para nuestra salud en general. “Podemos incluso saber cómo impactarán los espacios que estamos proyectando en las personas que los van a ocupar antes de su construcción”, detalla Elle Decor.
A continuación, te contamos más sobre las ventajas de aplicar la neuroarquitectura en nuestros espacios comunes y su relevancia para nuestra salud.
¿Qué beneficios tiene a la salud la neuroarquitectura?
Cuando hablamos de salud y bienestar, solemos pensar en afecciones visibles, no obstante, existen trastornos que se relacionan directamente con la salud mental, como el estrés, la ansiedad o la depresión, mismas que pueden encontrar alivio en la forma como percibimos el espacio. Aunque efectivamente la neuroarquitectura no funciona como un tratamiento, sí es un medio para producir sensaciones positivas en las personas que pueden mejorar su salud mental.
Contar con espacios que sean agradables a la vista y nos hagan sentir bien ayudan a que nuestros niveles de energía y ánimo se potencian. Ejemplo de ello son las áreas verdes, pues se ha comprobado que cuando se cuenta con espacios y áreas verdes donde la gente pueda relajarse es posible que el cansancio mental y el estrés disminuya y aumente el bienestar general y calidad de vida de las personas, señala Elle Decor.
Como ciencia enfocada a mejorar la vida humana y su bienestar, esta se rige por diversos principios que mezclan lo emocional con lo funcional. De acuerdo con INESEM, algunos de ellos son:
- Neurodiversidad: Reconoce que cada individuo tiene una arquitectura cerebral única y que el diseño del entorno debe ser inclusivo para todas las personas
- Naturaleza: La conexión con la naturaleza es fundamental para nuestra salud física y mental
- Estimulación sensorial: El entorno construido estimula nuestros sentidos para crear una experiencia atractiva que promueva el bienestar emocional y cognitivo
- Ergonomía: El diseño del entorno debe ser cómodo, seguro y saludable para las personas
- Conectividad: Las construcciones deben albergar espacios que fomenten la conexión social y la interacción humana.
- Flexibilidad: El espacio construido debe ser adaptable y flexible para satisfacer las necesidades cambiantes de las personas
La aplicación de estos principios en los espacios puede traer buenos resultados para la salud. Ejemplo de ello son los beneficios documentados de la neuroarquitectura en los hospitales.
Según un artículo publicado de Rita Gasalla, presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable en Elle Decor, en la década de los ochentas el arquitecto sueco Roger Ulrich llevó a cabo una investigación que demostró que una bonita vista en la habitación de un hospital puede acelerar la recuperación de un paciente y reducir su demanda de analgésicos después de una cirugía.
(Con información de INESEM, OMS, Elle Decor).