Una encuesta global publicada en Lancet Planetary Health en 2021 informó que, entre una cohorte internacional de más de 10,000 personas entre los 16 y 25 años, el 60% de los participantes se describió preocupado por el cambio climático y casi la mitad dijo que la ansiedad afectaba sus actividades diarias.
“Dado que los jóvenes esperaban vivir más tiempo que sus padres, sienten dolor por lo que están perdiendo”, dijo Elizabeth Pinsky, psiquiatra de niños y adolescentes en el Hospital General de Massachusetts en un artículo publicado en la revista de Harvard.
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La incertidumbre por el futuro del planeta es un nuevo tema que se suma a la lista de cargas emocionales que engendra ansiedad en los jóvenes, pues se preguntan qué pasará con sus vidas en un futuro a raíz del cambio climático.
Ansiedad climática: un tema poco explorado
Las consecuencias del cambio climático en la salud mental estan menos investigadas a diferencia de las amenazas a nuestra salud física, detalla Charles Schmidt autor principal del artículo “Ansiedad Climática” publicado en Harvard Medicine. No obstante, estudios recientes señalan un aumento creciente de este problema, principalmente en las y los jóvenes.
Las personas jóvenes también sufren los efectos anticipados del cambio climático. Provocan ataques de pánico, insomnio, pensamientos ansiosos y otros síntomas negativos. De acuerdo con Schimidt, los sobrevivientes jóvenes de desastres relacionados con el clima reportan tasas altas de depresión, déficit de sueño y problemas de aprendizaje.
Los sentimientos negativos con frecuencia se ven potenciados por la sensación generalizada de que las personas mayores no están haciendo lo suficiente para solucionar el problema climático. “Hay un sentimiento de injusticia intergeneracional”, dice Lise Van Susteren, psiquiatra general y forense con sede en Washington, DC, que se especializa en los efectos del cambio climático en la salud mental. “Muchos jóvenes se sienten invalidados, traicionados y abandonados”, detalla.
Las organizaciones profesionales de diversos países apenas comienzan a proporcionar los recursos necesarios para abordar este problema. Ejemplo de ello es la Alianza de Psiquiatría Climática que cuenta con un directorio de búsqueda de profesionales de la salud mental en más de 25 países europeos "conscientes del clima" en su sitio web.
No obstante, los países que más sufren el cambio climático son los menos capaces de responder a sus efectos psicológicos. De acuerdo con el artículo, investigadores están descubriendo que los jóvenes con los temores más extremos sobre el cambio climático viven en países en desarrollo. "La humanidad está condenada" y "el futuro es aterrador" son algunas de las afirmaciones que jóvenes han hecho en Filipinas e India.
Formas de afrontar la ansiedad climática
Los consejeros que trabajan en esta área lo hacen en territorio desconocido. Dado que la ansiedad climática se basa en temores racionales, es importante identificas nuevos mecanismos para tratarla, dado que la intención no es que esta preocupación sea puesta en duda o hecha menos.
Andrew Bryant, trabajador social clínico con práctica privada en Seattle, Washington, explicó que la evidencia emergente sugiere que a los jóvenes se sienten mejor cultivando un sentido de agencia y esperanza a pesar de sus preocupaciones climáticas.
Por otro lado, Julia Malits graduada de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard detalla que se necesitan vías para canalizarla (ansiedad climática) y hablar de ello con tus seres queridos, compañeros y contar con comunidades a través de la cuales puedas procesar esos sentimientos y encontrar remedios”, explicó. Malits asegura que el activismo colaborativo amortigua la ansiedad y le da a los jóvenes una sensación de esperanza para el futuro.
(Con información de Harvard Medicine, Alianza de Psiquiatría Climática).