La Clínica Mayo explica que la enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios y aunque los síntomas aparecen lentamente, el primero puede ser un temblor en una mano, ahora investigadores están probando una nueva técnica que podría cambiar el tratamiento de la enfermedad.
En el mundo hay más de 15 millones de personas que padecen la enfermedad de Párkinson por lo que el surgimiento de nuevas técnicas para el tratamiento es una noticia que ilusiona a mucha gente.
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Prueban nueva técnica que podría cambiar el tratamiento de Párkinson
Un grupo de investigadores españoles ha probado una nueva técnica con ultrasonidos que consigue abrir la barrera hematoencefálica para hacer llegar a una parte del cerebro una terapia génica.
El equipo de investigadores ha probado esta manera no invasiva de superar la barrera hematoencefálica en tres pacientes y en macacos, aunque la terapia génica sólo se administró a los animales.
El desarrollo de terapias contra el párkinson y otras enfermedades neurodegenerativas se ha visto limitado por la dificultad de administrar tratamientos a través de la barrera hematoencefálica, una capa endotelial natural que protege el cerebro, pero que también dificulta la llegada de fármacos al sistema nervioso central.
El estudio encabezado por Javier Blesa, del Hospital Universitario HM Puerta del Sur (Madrid), ha demostrado la capacidad de administrar terapia génica dirigida a una región específica del cerebro en monos tras abrir la barrera hematoencefálica utilizando ultrasonidos focalizados.
El trabajo describe la apertura exitosa de esta barrera y la administración focal de vectores virales adenoasociados (virus modificados que se usan en terapias génicas) del serotipo 9 en regiones cerebrales implicadas en la enfermedad de Parkinson en macacos adultos.
En el caso de los tres pacientes se probó la técnica, pero no se les administró ninguna terapia génica, sino que se constató la eficacia del procedimiento a través de un marcador.
Este tratamiento podría suplir la cirugía
Para hacer llegar cualquier terapia al sistema central, la cirugía es una opción, pero conlleva un riesgo considerable para los enfermos, por eso una alternativa potencialmente más segura es el uso de ultrasonidos focalizados para abrir la barrera hematoencefálica, lo que permite la administración selectiva de fármacos por el torrente sanguíneo.
Hasta ahora, algunos estudios habían explorado el uso de ultrasonidos con el objetivo de superar esa barrera, pero dicha técnica no se había utilizado para vectores virales, como el virus adenoasociado (AAV).
El equipo, formado entre otros por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red para Enfermedades Neurodegenerativas, demostró en macacos que el ultrasonido focalizado puede abrir temporalmente esa barrera.
De esta manera se hace llegar, a través de la sangre, un vector AAV a los ganglios basales, la región del cerebro donde se manifiestan los síntomas del párkinson.
Cuatro semanas después de la administración en cinco monos, los investigadores no observaron efectos secundarios negativos, y los análisis post mortem de sus cerebros no mostraron daños tisulares.
Se podrían crear tratamientos no invasivos para pacientes con Párkinson
A pesar de reconocer alguna limitación, los investigadores consideran que estos hallazgos sugieren que los vectores AAV son prometedores para desarrollar tratamientos no invasivos y potencialmente duraderos para la enfermedad de Parkinson.
“La naturaleza menos invasiva de esta metodología podría facilitar la administración focal de vectores víricos para terapia génica y podría permitir intervenciones tempranas y repetidas para tratar enfermedades neurodegenerativas", señalan los autores del estudio.
La terapia génica emplea estos vectores virales AVV como caballos de Troya que han sido modificados en el laboratorio para portar un gen de interés.
Ese gen, al expresarse en las neuronas de la zona diana, consigue que dichas células produzcan una determinada proteína terapéutica codificada por dicho gen, explica el investigador José Luis Lanciego de la Universidad de Navarra (norte de España).
Hasta la fecha, todos los ensayos clínicos en marcha con productos de terapia génica emplean la vía intraparenquimatosa, mediante la cual se consigue alcanzar la zona diana empleando procedimientos de neurocirugía estereotáxica, obviamente, una opción invasiva.