El futbol americano es uno de los deportes más populares en Estados Unidos y México, en ambos países se juega de manera universitaria y profesional y hoy te diremos cómo cambian los cerebros de los jugadores de la National Football League (NFL), liga profesional de este deporte en Estados Unidos.
El futbol americano es un deporte de mucho contacto y aunque las reglas se han ido modificando, en la actualidad siguen existiendo muchos golpes en la cabeza que pueden causar problemas en la salud a largo plazo.
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¿Cómo cambian los cerebros de los jugadores de la NFL por los golpes que reciben?
Estamos prácticamente a media temporada de la NFL y semana a semana este deporte sorprende debido al nivel de sus jugadores ya que son verdaderamente unos súper atletas, sin embargo, los golpes que reciben en la cabeza pueden traer consecuencias en sus vidas.
Un estudio reciente de autopsia de la Universidad de Boston examinó los cerebros de 376 ex jugadores de la NFL; los resultados arrojaron que 345 de esos cerebros tenían evidencia de encefalopatía traumática crónica. Es decir, el 92%.
Estos resultados ponen en evidencia que existe un vínculo claro entre jugar futbol americano y lo que equivale a daño cerebral, esto podría deberse a los constantes golpes en la cabeza que reciben.
La encefalopatía traumática crónica solo se puede diagnosticar después de la muerte
El problema con el diagnóstico de encefalopatía traumática crónica es que, al menos por ahora, solo se puede determinar después de la muerte. La detección de la encefalopatía traumática crónica en la autopsia no es ideal para identificar posibles estrategias de tratamiento.
El doctor Perry Wilson, de la Facultad de Medicina de Yale publicó un artículo en Medscape donde explicó más a detalle cómo es que los jugadores de futbol americano padecen de problemas cerebrales.
¿Cómo se realizó la investigación?
Los investigadores, dirigidos por Jennifer Coughlin de Johns Hopkins, inscribieron a 27 individuos, todos los cuales habían jugado en la NFL en al menos los últimos 12 años. La duración media del juego había sido de unos 6 años. Había 14 linieros, nueve apoyadores, dos receptores abiertos y dos pateadores.
Para servir como controles, incluyeron a 27 nadadores de élite, un deporte sin contacto. Después de someter a ambos grupos a una batería de pruebas neuropsiquiátricas, se sometieron a tomografías por emisión de positrones y resonancias magnéticas. Y los hallazgos son bastante contundentes.
¿Qué resultados mostró la investigación?
En general, se ven niveles más altos de TSPO (una proteína transmembrana ubicada principalmente en las mitocondrias) en los ex jugadores de la NFL. Una vez más, esto es indicativo de lesión, reparación o ambos. Este fue un fenómeno global, básicamente en todas las regiones del cerebro examinadas.
Al cuantificar anatómicamente los niveles de TSPO, se puede ver un daño y/o reparación significativamente mayor en la corteza frontal, la corteza cingulada y el hipocampo, lo que es consistente con los resultados de la encefalopatía traumática crónica de la autopsia.
Los jugadores de la NFL se desempeñaron de manera similar a los nadadores en las pruebas cognitivas, con la notable excepción de las pruebas de aprendizaje y memoria. Los jugadores de la NFL también tuvieron mucha más variabilidad en sus puntajes que los nadadores, lo que sugiere, como era de esperar, que jugar futbol americano probablemente afecte a diferentes jugadores de manera diferente.
Los resultados de la investigación también mostraron que en general, los jugadores de futbol americano tenían peores puntuaciones de memoria lo que a la larga puede causar demencia.