Según un nuevo informe de las Naciones Unidas sobre el edadismo, se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas adultas mayores. Además, reduce su calidad de vida, y cuesta cada año miles de millones de dólares a la sociedad, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Durante la pandemia de COVID-19 se demostró lo normalizado y extendido que está el edadismo: en el discurso público y en las redes sociales se han estereotipado a las personas adultas mayores y a los jóvenes. En algunos contextos, la edad se usa como único criterio para el acceso a la atención médica y a terapias que salvan vidas y en el ordenamiento de confinamientos..
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La discriminación a personas adultas mayores es un problema de salud actual, detalla OMS
“No podemos permitir que estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias basados en la edad reduzcan las oportunidades para garantizar la salud, el bienestar y la dignidad de las personas en todas partes", dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
¿Qué es el edadismo?
El edadismo es el conjunto de estereotipos, prejuicios y discriminaciones dirigidos a las personas por motivos de edad, señala la OMS. Este tipo de discriminación por edad puede presentarse en formas institucionales, interpersonales o autodirigidas.
El edadismo es un problema que se da en prácticamente en todas las culturas. Aunque en los países occidentales no se abandona a la gente en proceso de envejecimiento, es cierto que se sigue sometiendo a las personas adultas mayores a medidas y actitudes claramente discriminatorias, detalla Psicología y Mente.
Cómo afectan los prejuicios sobre la edad a la salud
De acuerdo con National Geographic, el sesgo de edad puede acarrear graves consecuencias en varios ámbitos de la vida de las personas, especialmente los relacionados con el envejecimiento saludable y el bienestar. El edadismo se filtra en muchas instituciones y sectores de la sociedad, incluidos los que brindan atención sanitaria y social.
“El edadismo tiene consecuencias graves y amplias para la salud y el bienestar de las personas. Entre las personas mayores, el edadismo se asocia con una peor salud física y mental, un mayor aislamiento social y soledad, una mayor inseguridad financiera, una menor calidad de vida y unas mayores tasas de muertes prematuras”m informa la OMS.
Para erradicar el edadismo, se recomienda tener prácticas inclusivas que ayuden a aumentar la empatía y a disipar las ideas erróneas sobre las personas adultas mayores.