Existen muchos estudios que afirman que tener intimidad frecuente puede traer beneficios para la salud física y mental, incluyendo una mejor salud cardiovascular, reducción del estrés y una mayor felicidad y bienestar. Ahora, los científicos han descubierto que las personas entre los 62 y 74 años de edad con una vida íntima activa y placentera tienen mejores puntuaciones de salud cognitiva a comparación de aquellos que no la tienen.
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El estudio longitudinal sobre la vida, la sexualidad y la agudeza mental que se llevó a cabo en Estados Unidos analizó a más de 2 mil 400 testimonios de adultos mayores, entre los 62 años a los 90 años de edad. Al finalizar, demostró que la actividad sexual en las personas adultas mayores, que no viven en residencias de ancianos, está asociada con una mejor función cognitiva, informa Alimente Plus.
Así mismo, menciona que aunque hay pocas diferencias entre los géneros, los hombres podrían beneficiarse en el aspecto cognitivo, mientras que las mujeres en la memoria y en el estado físico.
Intimidad: protección contra el deterioro cognitivo en personas adultas mayores
El estudio utilizó datos del Proyecto Nacional de Vida Social, Salud y Envejecimiento (NSLHA) de la Universidad de Chicago, para determinar si la vida sexual de los adultos mayores podría vincularse de alguna manera con el deterioro cognitivo a medida que envejecen.
El conjunto de datos incluyó información sobre la frecuencia con la que los participantes tenían intimidad con sus parejas (no necesariamente coito), cuánto placer obtenían de ese encuentro (con orgasmo o sin él) y qué tan emocionalmente satisfactorias encontraban sus encuentros íntimos en general.
Al finalizar las pruebas, los investigadores descubrieron, después de analizar todos los datos disponibles, que los hombres y mujeres de entre 62 y 74 años que aseguraban tener una vida íntima satisfactores contaban con mejor salud cognitiva cinco años después que aquellos que calificaron su vida íntima con menor satisfacción, detalló La Verdad Noticias.
La demencia y deterioro mental, afecciones que pueden combatirse con intimidad
Según información de la Secretaría de Salud, cuando una persona vive con demencia puede presentar cambios en su comportamiento que afectan inevitablemente su sexualidad, deseos y necesidades afectivas, lo que puede resultar difícil de manejar para la propia persona, la familia, la pareja y la o las personas involucradas en su cuidado.
Estos cambios pueden manifestarse en un menor o mayor interés sexual, necesidad de afecto e intimidad; situación que puede cambiar la forma en cómo se satisfacían anteriormente estos aspectos. No obstante, es necesario comprender que tales necesidades se mantienen y es necesario visibilizarlas para generar estrategias que permitan satisfacerlas de forma saludable.
Mostrar empatía y respeto por las necesidades íntimas de las personas adultas mayores no solo nos dará la oportunidad de entender mejor su situación, sino de desarrollar métodos efectivos para ellas y ellos se beneficien de esta práctica natural y tengan a partir de ella un desarrollo físico, emocional y cognitivo mejor.
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