Un hábito, según Psicoadapta, es cualquier comportamiento aprendido mediante la repetición que será realizado de forma habitual y automática sin pensar en ello. Especialistas han referido que los hábitos son creados porque el cerebro busca una forma de ahorrar esfuerzo, energía o tiempo. Esto lo logra al automatizar ciertas conductas para que su realización sea rápida o certera. Hacer la cama después de levantarse, lavarse la cara antes de iniciar con nuestras actividades o tomar un café para no tener sueño durante el día son ejemplos de hábitos.
Sin embargo, los hábitos no sólo son positivos para la vida diaria, también pueden ser nocivos para la salud. Aquellas rutinas que formamos en la niñez, adolescencia y adultez que ayudaban a facilitarnos la vida, al momento de llegar a los 60 años pueden significar peligro. Esta vez te compartimos 5 hábitos que podrían causarte problemas a corto, mediano y largo plazo.
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¿Cuáles son los hábitos nocivos en el adulto mayor?
1. Fumar
De acuerdo con MejorconSalud, ya no son secreto las complicaciones en la salud que existen por el consumo de cigarrillo, como ataques de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer de pulmón. Dejar el cigarrillo puede aumentar el bienestar mental y proteger la salud de seres queridos, pues este producto no sólo afecta a quienes lo consumen directamente, también a quienes están en constante contacto con el humo. Si tienes este hábito que probablemente se haya convertido en una adicción, solicita ayuda profesional para evitar daños en la salud.
2. Llevar una mala alimentación
Optar constantemente por la comida rápida, saltarse comidas, pasar tanto tiempo sin comer o comer porciones pequeñas son algunos hábitos nocivos de alimentación que probablemente desarrollamos a lo largo de la vida por el trabajo, la escuela o los pendientes que debíamos realizar. MejorconSalud menciona que una dieta poco equilibrada, el consumo excesivo de productos enlatados y procesados, así como la falta de nutrientes tiene diversas consecuencias para la salud física y mental.
3. No beber mucha agua
“A medida de que envejeces, la sensación de sed tiende a disminuir. Por lo tanto, las personas mayores tienden a deshidratarse más que los jóvenes”, asevera Lisa Young, doctora en dietética y nutrición para El Confidencial. Beber agua es uno de los hábitos que debe estar presente desde la infancia hasta la vejez debido a sus aportes a la salud. Si la mayor parte de tu vida te ha costado implementar esto en tu vida, es momento de realizarlo. Seguramente notarás y sentirás la diferencia al estar hidratado.
4. No obtener tanta fibra
“Asegúrate de incluir fibra en tu dieta para nutrir las bacterias beneficiosas que viven en tu intestino. Así mejora la absorción de nutrientes, reduce la inflamación y goza de un mejor estado de ánimo”, explica Kara Landau, dietista para El Confidencial. Conforme envejecemos, el sistema de digestión puede ralentizarse, así que integra a tu alimentación las legumbres, verduras de hoja verde, pan integral u otros alimentos.
5. Comer tarde en la noche
El Tiempo explica que comer tarde en la noche es poco saludable debido a que está asociado con ingerir comida chatarra ultra procesada lo cual puede contribuir al sobrepeso, diabetes u otras enfermedades. Así que conforme vas envejeciendo, promueve horarios establecido de comida equilibrada que te aporten nutrientes, vitaminas y minerales para fortalecer tu sistema inmunológico y evitar cualquier padecimiento. Pide a tu familia o cuidador que te acompañe en este reto para hacerlo más ameno.
(Con información de Psicoadapta, MejorconSalud, El Confidencial, El Tiempo)