La atención a la salud de las personas adultas mayores debe ser amorosa e integral

Todas las personas que alcanzan la edad adulta tienen derecho a la atención de su salud de forma integral, pues con la edad pueden desarrollar nuevas condiciones que afectan su vida diaria, detalla la doctora Cristina Pacanins, egresada de la de la Universidad Central de Venezuela (UCV) para el Diario Las Américas.

Existen diversos elementos que son necesarios para garantizar que las personas gocen de las condiciones necesarias para vivir un envejecimiento saludable y ejerzan plenamente sus derechos humanos, como un ambiente amoroso y una salud integral.

¿Qué aspectos se deben considerar en una valoración integral?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el estado de bienestar físico, emocional y social de una persona. Es decir, es importante que cada individuo tenga un cuerpo sano, una mente en forma y que se desarrolle adecuadamente en su entorno.

Sigamos que la salud integral es el estado del bienestar ideal que podemos alcanzar cuando existe un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales, que permiten un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos.

Para que una atención sea integral se deben considerar algunos aspectos como, por ejemplo:

• Cuestión médica: contar con seguro de salud médica que atienda todas las necesidades de las personas adultas mayores cuando sea necesario
• Salud mental y emocional: contar con atención psicológica y psiquiátrica en caso de necesitarla, así como medios recreativos para incentivar la salud mental
• Estado nutricional: contar con una buena dieta nutricional personalizada, así como con los ingresos necesarios para poder costearla
• Redes de soporte social: contar con una red de apoyo familiar o de amigos para sobrellevar las cargas de la vida y sentir acompañamiento

¿Cómo podemos mejorar la calidad de vida en la vejez?

Según la Secretaría de Salud, para garantizar una buena calidad de vida en las personas adultas mayores a nivel individual es esencial:

• Mantener un envejecimiento activo que estimule la funcionalidad y permita el ejercicio pleno de la independencia y autonomía.
• Fomentar las relaciones sociales a lo largo de nuestro curso de vida para el fortalecimiento de la salud mental y emocional de las personas adultas mayores. Impacta de forma positiva en su estado anímico y, por tanto, en su calidad de vida.
• Transformar el paradigma que se tiene sobre el envejecimiento. Resignificar, cambiar prácticas que transformen de manera positiva la concepción que se tiene sobre la propia vejez.