En México, ciertos grupos de personas se consideran "pacientes vulnerables" por su alto riesgo de complicaciones de salud. Pero, ¿quiénes son y por qué deben ir acompañados a consulta? O bien, ¿qué otros factores determinan su condición y por qué es clave brindarles atención prioritaria?
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¿Quiénes son los pacientes vulnerables y por qué deben ir acompañados a consulta?
El término "pacientes vulnerables" se refiere a aquellos individuos que, debido a factores biológicos, sociales o económicos, tienen un mayor riesgo de enfermar, desarrollar complicaciones graves o no acceder oportunamente a servicios médicos.
Reconocer a estos grupos permite priorizar acciones de prevención, diagnóstico y tratamiento en políticas de salud. Su definición no está limitada a un solo documento, pero diversas instituciones oficiales como la Secretaría de Salud (SSA), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) coinciden en que la vulnerabilidad en salud abarca:
- Mayor riesgo de enfermedad o muerte
- Dificultades para acceder a servicios médicos
- Desigualdad social, económica o educativa
- Barreras culturales o lingüísticas
La SSA menciona que “la vulnerabilidad en salud se incrementa cuando se acumulan condiciones como pobreza, edad extrema, discapacidad o exclusión social”. Por ello, los grupos que son considerados pacientes vulnerables son:
- Adultos mayores (mayores de 60 años): Tienen mayor riesgo de enfermedades crónicas y complicaciones por infecciones. El envejecimiento implica una disminución del sistema inmunológico y mayor probabilidad de comorbilidades.
- Niños y niñas menores de 5 años: Su sistema inmune aún se está desarrollando, lo que los hace más susceptibles a infecciones respiratorias, gastrointestinales y enfermedades prevenibles por vacunación.
- Personas con enfermedades crónicas: Diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer o VIH los convierten en grupos de riesgo. Según el IMSS, “las personas con enfermedades crónicas no controladas tienen más probabilidades de complicaciones graves”.
- Personas con discapacidad: Frecuentemente enfrentan barreras físicas, económicas o de comunicación para acceder a atención médica oportuna y de calidad.
- Personas en situación de pobreza o marginación: La falta de recursos económicos limita el acceso a servicios médicos, alimentación adecuada y condiciones de vida saludables.
- Comunidades indígenas o rurales: Muchas veces enfrentan exclusión, lejanía de servicios de salud y barreras culturales o lingüísticas. La CNDH señala que estos grupos “requieren políticas públicas interculturales para garantizar su derecho a la salud”.
- Mujeres embarazadas: Tienen mayores requerimientos fisiológicos y, en caso de enfermedades, pueden enfrentar riesgos tanto para su salud como la del feto.
Finalmente, y de acuerdo con Servicios de Salud PEMEX, también se consideran pacientes vulnerables personas con alteraciones mentales y pacientes comatosos, es decir, una persona en un estado profundo de inconsciencia, donde no puede despertar ni reaccionar a su entorno.
En resumen, el reconocimiento de estos grupos implica que deben recibir atención prioritaria en programas de salud pública, vacunación, prevención de enfermedades y servicios médicos. Además de que, según la Ley General de Salud deben recibir apoyos adicionales que compensen sus desventajas estructurales.