El Alzheimer afecta la memoria de las personas y deconstruye la identidad poco a poco, puesto que la enfermedad neurodegenerativa es una de las más mortales y actualmente no tiene cura. En otras palabras, este padecimiento afecta el comportamiento y la autonomía de quien lo padece.
Además, esta enfermedad es el tipo de demencia más común en personas de la tercera edad. Según la Secretaría de Salud de México, se estima que aproximadamente un millón 300 mil personas padecen la enfermedad de Alzheimer, cifra que representa entre 60 y 70 por ciento de los diagnósticos de demencia y afecta con mayor frecuencia a las personas mayores de 65 años.
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Tratar a una persona con Alzheimer requiere paciencia, empatía y conocimiento de la enfermedad, ya que los síntomas cambian con el tiempo y demandan distintos tipos de apoyo. Aquí en Sumédico te traemos todos los detalles.
Cuidados especiales para un familiar con Alzheimer
Esta afección provoca la pérdida progresiva de las funciones cognitivas. Al inicio del padecimiento, los síntomas pueden ser leves, como olvidos frecuentes, pero con el tiempo aparecen dificultades para comunicarse, desorientación, cambios de humor y pérdida de la autonomía.
De acuerdo a la Clínica Mayo, "Al principio, es posible que alguien con la enfermedad reconozca problemas para recordar las cosas y pensar con claridad. A medida que los signos y síntomas empeoran, hay más posibilidades de que un familiar o amigo note los problemas".
Por ello, los especialistas de esta institución norteamericana recomiendan las siguientes indicaciones para tratar con enfermos de Alzheimer:
- Hablar despacio y con frases cortas y claras.
- Mantener contacto visual y un tono de voz calmado.
- Evitar corregir o confrontar de forma brusca.
- Repetir la información si es necesario, con paciencia.
- Acompañar las palabras con gestos o señales visuales.
Normalmente este tipo de padecimientos afectan integralmente a las personas, debido a que síntomas pueden repercutir en el desenvolvimiento de las relaciones sociales, la calidad de vida y el trato con el exterior. El cuidado diario de los pacientes debe adaptarse a la etapa y calidad de vida del paciente, pero generalmente incluye los siguientes ámbitos:
- Establecer rutinas para dar seguridad y orientación.
- Supervisar la toma de medicamentos.
- Apoyar en la higiene personal y la alimentación.
- Garantizar un entorno seguro para prevenir caídas.
- Estimular la mente con actividades sencillas y conocidas.
Tratar a un paciente con Alzheimer implica mucho más que atender sus necesidades físicas. Significa acompañar con respeto, comprensión y paciencia cada etapa de la enfermedad. Con información adecuada y apoyo oportuno, es posible mejorar la calidad de vida del paciente y fortalecer el vínculo humano que sigue siendo esencial, incluso cuando la memoria falla.
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