Cuidar a un familiar con enfermedad de Parkinson requiere paciencia, información y estrategias que mejoren su movilidad, seguridad y bienestar emocional.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo que afecta el movimiento, el equilibrio y, en etapas avanzadas, funciones cognitivas. Vivir con este padecimiento implica retos tanto para el paciente como para quienes lo cuidan. Sin embargo, con apoyo adecuado, información confiable y ajustes simples en el hogar, es posible mejorar la calidad de vida.
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Según la Secretaría de Salud de México, "La Enfermedad de Parkinson es crónica e incurable, es decir, que persiste y sus síntomas empeoran con el tiempo. Generalmente, comienzan lentamente en uno de los lados del cuerpo, para luego afectar ambos".
Los síntomas más comunes de este padecimiento son:
- Temblores en cara, mandíbula, manos, brazos y piernas.
- Lentitud en los movimientos.
- Problemas de equilibrio y coordinación.
- Rigidez en las extremidades y el tronco.
¿Cómo se puede cuidar a un familiar con Parkinson?
Mantener una comunicación clara y paciente
La lentitud para responder o moverse puede generar frustración. Para este trato puedes hablar despacio, mantener contacto visual y dar tiempo suficiente para que el paciente responda o realice una actividad.
Seguir estrictamente el tratamiento médico
Los medicamentos, especialmente la levodopa, debe administrarse en horarios exactos para controlar los síntomas. Retrasar o saltar dosis puede aumentar rigidez y temblores en los familiares afectados.
Además, es necesario ajustar la casa para evitar caídas. El Parkinson altera el equilibrio. Para reducir accidentes:
- Retira alfombras sueltas
- Instala barras de apoyo en baño
- Ilumina pasillos
- Usa calzado antideslizante
Prevenir caídas es una de las principales prioridades en adultos mayores, especialmente con afecciones a la memoria. Vestirse, bañarse o comer puede ser difícil para una persona acostumbrada a su movimiento normal. Se recomiendan utensilios adaptados, ropa con cierres simples y sillas con soporte firme. La terapia ocupacional ayuda a mantener autonomía.
Adicionalmente, una dieta rica en fibra y líquidos previene el estreñimiento, frecuente en Parkinson. Además, expertos recomiendan ajustar el consumo de proteínas para no interferir con la absorción de levodopa.
Los especialistas recomiendan acudir con un neurólogo y complementar la atención con fisioterapia y apoyo psicológico. Cuidar a un familiar con Parkinson puede ser agotador emocional y físicamente. Por ello, una persona que realiza labores de cuidados funciona mejor sana y salva.
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