México está experimentando una transformación demográfica sin precedentes. Según las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), se espera que para 2050, una cuarta parte de la población del país tenga 60 años o más, por lo que es fundamental conocer los padecimientos comunes que se pueden sufrir después de esta edad.
Este envejecimiento poblacional, puede verse como un éxito en términos de esperanza de vida, pero también conlleva el desafío de atender de manera prioritaria la salud de las personas adultas mayores, promoviendo un enfoque preventivo que permita añadir vida a los años.
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¿Cuáles son los padecimientos más comunes de los mexicanos después de los 60 años?
La salud en esta etapa de la vida no se define por la ausencia de enfermedad, sino por la capacidad de mantener la funcionalidad y la calidad de vida. Por ello, es fundamental identificar y manejar de manera oportuna aquellos padecimientos que, por su alta prevalencia, representan los principales riesgos. La información oficial proporcionada por instituciones como el INEGI y la ENSANUT nos da un mapa claro para enfocar los esfuerzos de cuidado y prevención.
- Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades del corazón, en particular la hipertensión arterial, son la primera causa de muerte en México para el grupo de 65 años y más, según datos del INEGI. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2022 revela que la prevalencia de hipertensión diagnosticada en adultos de 60 años y más es alarmantemente alta, afectando a una proporción muy significativa de este grupo. Este padecimiento, conocido como el "asesino silencioso", rara vez da síntomas iniciales, pero es el principal factor de riesgo para infartos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Su control a través de monitoreo regular, dieta baja en sodio, actividad física y adherencia al tratamiento médico es no negociable para preservar la salud y la independencia.
- Diabetes mellitus tipo 2
México ocupa uno de los primeros lugares mundiales en prevalencia de diabetes, y su impacto se acentúa con la edad. La ENSANUT 2022 también reporta que la diabetes diagnosticada tiene una prevalencia muy elevada en la población de 60 años y más. Este padecimiento, si no se controla de manera estricta, puede llevar a complicaciones devastadoras como ceguera (retinopatía), insuficiencia renal (nefropatía), amputaciones no traumáticas y, a su vez, agravar el riesgo cardiovascular. La detección temprana, el manejo integral (dieta, ejercicio, medicación y monitoreo de glucosa) y la educación sobre la enfermedad son pilares fundamentales para evitar estas consecuencias discapacitantes.
- Osteoartritis y osteoporosis
El desgaste del cartílago en las articulaciones (osteoartritis) y la pérdida de densidad ósea (osteoporosis) son dos condiciones íntimamente ligadas al envejecimiento. La primera es la principal causa de dolor crónico y limitación funcional, especialmente en rodillas, caderas y manos, afectando la movilidad y la capacidad para realizar actividades básicas. La segunda, conocida como la "epidemia silenciosa", debilita los huesos y aumenta exponencialmente el riesgo de fracturas, siendo la de cadera una de las más graves por su alto costo en calidad de vida y mortalidad. La actividad física de bajo impacto, una dieta rica en calcio y vitamina D, y la exposición solar segura son estrategias clave de prevención y manejo.
- Deterioro cognitivo y demencias
La salud del cerebro es un componente crítico del envejecimiento saludable. El deterioro cognitivo leve y las demencias, como la enfermedad de Alzheimer, representan una carga creciente para las familias mexicanas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en América Latina, la prevalencia de demencia se duplica cada cinco años después de los 65. Estos padecimientos afectan la memoria, el pensamiento, la conducta y la capacidad para realizar actividades cotidianas. La estimulación cognitiva, la actividad social, el control de factores de riesgo vascular (como la hipertensión y diabetes) y un diagnóstico oportuno son esenciales para planificar el cuidado y mejorar la calidad de vida del paciente y sus cuidadores.
- Problemas visuales y auditivos
La vista cansada, las cataratas, el glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) son condiciones visuales frecuentes después de los 60. Paralelamente, la presbiacusia (pérdida auditiva relacionada con la edad) es muy común. Estas deficiencias sensoriales, a menudo subestimadas, no son solo un inconveniente; son factores que contribuyen poderosamente al aislamiento social, la depresión, la desconexión del entorno y un mayor riesgo de accidentes, como caídas. La revisión periódica con especialistas (oftalmólogo y otorrinolaringólogo) puede corregir, compensar o manejar muchos de estos problemas, manteniendo a la persona conectada con el mundo.
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