Diciembre es el mes favorito de muchas personas por la llegada de las fiestas decembrinas, pero también es la parte del año donde más hay enfermedades respiratorias, por lo que a continuación, te decimos por qué sucede esto, según un especialista.
Te podría interesar
En México, el invierno no es sólo época de posadas y abrazos, sino también el escenario donde covid-19, influenza e infecciones respiratorias agudas (IRAG) encuentran las condiciones ideales para multiplicarse. Los datos oficiales pintan un panorama claro: la temporada de riesgo ya comenzó y los contagios están en ascenso.
Las enfermedades respiratorias viven entre nosotros en diciembre
Las cifras no mienten y establecen una línea base alarmante. Con corte al 10 de noviembre de 2025, el sistema de salud ya registra 135 mil 517 casos de Enfermedad Tipo Influenza (ETI) e Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG).
De este océano de contagios, se han confirmado 7 mil 044 casos positivos de Covid-19 y 262 defunciones. El virus SARS-CoV-2 muestra un patrón claro: afecta principalmente a adultos jóvenes, con el pico en el grupo de 25 a 29 años, seguido de los de 30 a 34. Geográficamente, la Ciudad de México concentra el 21.7% de los casos, liderando una lista donde Querétaro, Estado de México y Nuevo León también destacan.
Pero el Covid-19 no actúa solo. La temporada de influenza 2025-2026 ya reporta 471 casos confirmados, con una particular virulencia en niños: el grupo de 5 a 9 años es el más afectado (10%), seguido por los pequeños de 1 a 4 años. Aquí, el subtipo A(H1N1) es el protagonista indiscutible, responsable del 87.9% de los casos. El mapa de la influenza es distinto: Yucatán acapara más de la mitad de las confirmaciones (54.6%), un dato sorprendente que señala focos rojos específicos en el sureste del país, junto con Quintana Roo y Campeche.
¿Por qué los virus aprovechan el frío?
El Dr. Conrado Polanco Ortiz, gerente de relaciones médicas de Esteripharma®, describe una "tormenta perfecta" de factores ambientales, fisiológicos y de comportamiento.
El ambiente se vuelve hostil… para nosotros, no para los virus. El aire frío y seco del invierno actúa como un vehículo de lujo para los patógenos, permitiendo que las gotículas virales sobrevivan y se transporten con mayor eficacia. Simultáneamente, este aire reseca nuestras mucosas nasales, nuestra primera línea de defensa, dejando la puerta abierta a la invasión. En interiores, la situación se agrava: la poca ventilación en reuniones y transporte masivo concentra los virus, aumentando exponencialmente el riesgo de inhalarlos.
Nuestros cuerpos se vuelven más vulnerables. Esa mucosa nasal irritada y seca pierde su capacidad para atrapar y expulsar gérmenes. Además, personas con comorbilidades como diabetes u obesidad, y los adultos mayores, enfrentan un riesgo elevado de complicaciones graves, haciendo de las infecciones respiratorias la principal causa de morbilidad vigilada.
Las fiestas de fin de año son el caldo de cultivo ideal: contacto cercano prolongado, comidas compartidas y eventos en espacios cerrados. A esto se suma una cobertura de vacunación variable que permite la circulación libre de agentes que podrían estar controlados.
¿Qué hacer para no enfermar en diciembre?
El Dr. Polanco Ortiz propone un plan de protección estratificado y práctico para minimizar el riesgo:
- La vacunación es el escudo número uno: Actualizar refuerzos contra Covid-19 y aplicar la vacuna de influenza estacional, especialmente en grupos de riesgo, no es una sugerencia, es una prioridad. Es la intervención individual con mayor impacto comunitario.
- Ventilar el ambiente: Abrir ventanas durante reuniones no es solo refrescar el ambiente, es diluir la posible carga viral en el aire. Es un acto de cuidado colectivo tan simple como poderoso.
- La higiene inteligente es clave: El lavado de manos frecuente y la "etiqueta respiratoria" (toser en el ángulo interno del codo) son barreras físicas esenciales. En lugares de alta concurrencia o al visitar a personas vulnerables, el cubrebocas resurge como una herramienta de sentido común.
- Cuidar la mucosa nasal: Mantener una hidratación óptima y humectar las fosas nasales con soluciones salinas ayuda a preservar esta barrera natural.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.
