No es raro escuchar que algunas personas suelen hablar de un padecimiento conocido como “mal de orín”, que les puede causar complicaciones especialmente a la hora de ir al baño, como ardor al orinar, o una necesidad intensa y constante de hacerlo.
Pero ¿qué es el “mal de orín”? ¿Puede ser peligroso? En realidad, el mal de orín, dicen especialistas, se trataría de un padecimiento conocido como infección urinaria, también llamada infección del tracto urinario o de las vías urinarias, un tipo de infección bastante frecuente.
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Respecto a sus riesgos, algunos especialistas aseguran que el “mal de orín” -o sea, la infección urinaria- sí puede ser peligroso, especialmente si no es tratado adecuadamente, ni en tiempo ni en forma, por lo que identificarlo es sumamente necesario para prevenir complicaciones graves.
Eso sí, de forma inicial, uno de los mayores problemas de la infección urinaria tiene qué ver con lo molestos que son los síntomas. Afortunadamente, este tipo de infecciones (o el mal de orín), pueden ser prevenidos de forma eficiente.
¿Por qué ocurren las infecciones urinarias?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, explica que la infección urinaria (IU), se trata de un tipo de infección bastante común, y que ocurre cuando las bacterias entran por la uretra (el “tubito” que conecta la vejiga con el exterior para sacar la orina), e infectan distintas partes de las vías urinarias.
Contraer una infección urinaria, informa Planned Parenthood, es muy fácil y más común de lo que se cree, esto debido al contacto con las bacterias que viven en los genitales y en el espacio cerca de la zona anal, las cuales son las principales responsables de entrar por la uretra y causar el famoso mal de orín.
Normalmente, este ingreso de bacterias por la uretra puede ocurrir durante la intimidad, ya que este acto facilita su entrada, pero se ha observado que cualquier actividad o factor que haga que la uretra tenga contacto con las bacterias podría causar una infección urinaria.
Eso sí, aunque son muy comunes dentro de la población (y principalmente en mujeres), se ha observado que existen factores que aumentan los riesgos y posibilidades de tener una infección urinaria o mal de orín, como son:
- Tener obesidad.
- Padecer diabetes.
- Haber tenido infecciones urinarias previas.
- Presentas problemas de obstrucción del tracto urinario.
- El uso de algunos métodos anticonceptivos como espermicidas o diafragmas.
¿Es peligroso tener mal de orín?
Pero, ¿es peligroso tener mal de orín? Según los expertos la respuesta es que sí, presentar una infección urinaria puede ser peligroso, principalmente si no se recibe un tratamiento oportuno, ya que puede agravarse y las bacterias podrían llegar a otros sitios, generando muchas complicaciones.
Cuando una persona tiene una infección urinaria y no recibe un tratamiento adecuado, es posible que se presenten diferentes complicaciones que, incluso, podrían llegar a ser mortales, como:
- Infecciones del riñón, debido a que las bacterias suben desde la uretra o vejiga hasta este órgano, causando una pielonefritis.
- Infecciones urinarias recurrentes.
- Daño renal irreversible por una pielonefritis no tratada y grave.
- Septicemia, que consiste en la presencia de bacterias en la sangre, lo que puede llevar a una infección multiórganica que tiene potencial de ser mortal.
- En el embarazo, una infección urinaria puede causar un parto prematuro o que el bebé nazca con bajo peso.
¿Cómo saber si tienes una infección urinaria?
Los síntomas del famoso mal de orín son muy característicos, y están relacionados principalmente con problemas con el orinar, ya sea la frecuencia o malestares a la hora de hacerlo, razón por la cual recibe su nombre.
Es muy importante saber cuáles son los síntomas de la infección urinaria, ya que aunque son muy propios de este padecimiento, es posible que en algunas ocasiones puedan pasar desapercibidos o no se les preste tanta atención como se debería, y esto podría dar lugar a complicaciones.
Estos son los síntomas de una infección urinaria, a los que deberías prestar atención, y acudir con un especialista si se presentan:
- Necesidad frecuente y urgente de orinar, incluso si se ha ido al baño hace poco.
- Dolor o ardor al orinar.
- Orina turbia o con un olor intenso.
- Presencia de pus o sangre al orinar.
- Dolor, presión o cólicos en el abdomen, la espalda o los costados.
¿Cómo prevenir las infecciones urinarias?
El mal de orín puede ser un padecimiento que, además de molesto, también puede tener el potencial de ser peligroso, pero afortunadamente evitarlo es posible, incluso con medidas que pueden parecer sencillas.
Si quieres evitar padecer de mal de orín o una infección urinaria, prueba siguiendo estos consejos de expertos:
- Toma mucha agua y líquidos de forma frecuente.
- Si tienes ganas de ir al baño no te aguantes. Orina cuando tengas ganas.
- Procura tener una buena higiene y lavar bien la zona íntima con agua tibia y jabón suave.
- Si tienes intimidad, procura orinar antes y después del acto.
- Cualquier objeto que pueda tener contacto con alguna de las zonas donde hay más bacterias, debe ser siempre bien lavado, principalmente antes de que toque los genitales.
- Límpiate de adelante hacia atrás luego de ir al baño.
- Procura que tu zona íntima siempre esté limpia, seca, y cubierta por ropa interior de algodón.
(Con información de: Planned Parenthood, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Mayo Clinic, Fundación San Rafael, Nemours Teens Health.)