A la hora de comer los alimentos hay detalles que quizá para ti sean insignificantes pero que marcan la diferencia en el organismo y hoy te diremos cuál es el orden correcto para comer los alimentos.
Si vas a un lugar de comida corrida te servirán sopa o arroz, luego una porción de verduras y guisado y para acompañar tu comida pan o tortillas y seguramente es el mismo orden en el que lo comes en casa, pero ¿es correcto?
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¿Cuál es el orden correcto para comer los alimentos?
Las investigaciones señalan que las personas que tienen diabetes deben comenzar a comer primero las verduras, después las proteínas y terminar con los carbohidratos que se puedan consumir. Este orden ha demostrado ser el que menores picos de glucosa en sangre provoca, de acuerdo con diferentes investigaciones. Además, dejar los carbohidratos al final permite que tu organismo se sienta saciado durante más tiempo.
Para las personas que no padecen diabetes, el orden no debería ser tan estricto. Los posibles cambios en niveles de azúcar no son graves si no se presentan constantemente. Para este tipo de personas, el cómodo temporal de los alimentos termina por ser una mera sugerencia. Especialmente si después de la comida te sientes cansado.
¿Por qué las personas con diabetes sí deben seguir un orden en sus comidas?
Un estudio realizado en pacientes con diabetes de tipo 2 en el que se le pidió a la mitad de los participantes que comieran verduras antes que carbohidratos refinados. Encontró que después de cinco años, ese grupo mejoró significativamente sus niveles medios de azúcar en sangre en comparación con quienes no empezaban a comer verdura.
¿Cuál es el orden correcto de alimentos?
Las investigaciones realizadas permiten deducir que cambiar el orden de los alimentos en la comida puede ayudar a controlar el azúcar en sangre y el peso, y ayudar a prevenir la diabetes y la obesidad.
La dietista y nutricionista, Vanesa Cortéz Gómez dijo en El Diario que este es el orden correcto para comer los alimentos:
Comenzar con una fuente de vegetales enteros, sin procesar demasiado, para conservar sus propiedades nutricionales. Por ejemplo, ensaladas con mucha variedad en colores, priorizando además verduras de temporada.
El segundo plato debe contener la parte proteica y después el carbohidrato o un plato compuesto (arroz con pollo y verduras, por ejemplo, o pasta con carne y verduras).
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