La diabetes tipo 2 es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, a causa de la incapacidad del cuerpo de producir o poder utilizar de manera adecuada la propia insulina y algunas personas que sufren la enfermedad deben de inyectarse insulina, pero a continuación te decimos donde deben hacerlo para que funcione de manera adecuada.
Algunas personas con diabetes se inyectan insulina porque su cuerpo no puede regular la cantidad de glucosa en la sangre. La insulina es la hormona que permite que el azúcar pase de la sangre a las células y se convierta en energía. La insulina se inyecta porque no se puede tomar por vía oral, ya que se destruye en el proceso digestivo.
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¿Dónde se deben de inyectar los diabéticos la insulina para que funcione?
Para no poner en riesgo los niveles glucémicos de los pacientes con diabetes, y así evitar las complicaciones relacionadas con la enfermedad como pérdida de la visión, daño renal, pie diabético, e incluso la muerte, es preciso tomar acción lo antes posible, por lo que especialistas en diabetes fomentan la insulinización temprana. Y no sólo eso, sino también su correcta aplicación, lo que implica evitar a toda costa las inyecciones intramusculares.
Arlette Ramírez, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine, indica que es el médico quien debe de prescribir la insulina y la dosis mecesaria pero también es importante que enseñe al paciente a aplicársela.
“El médico tratante es quien debe prescribir el uso de insulina, en cuanto al tipo de insulina y dosis necesaria, pero también debe enseñar al paciente a aplicársela correctamente para que el tratamiento sea efectivo. El apoyo del profesional de la salud en la educación en diabetes es fundamental en este aprendizaje para que el paciente adquiera los conocimientos y las herramientas necesarias para alcanzar este objetivo”.
De acuerdo con Arlette Ramírez, las recomendaciones internacionales para una técnica de inyección correcta de insulina incluyen, entre otros lineamientos, que se utilicen los instrumentos adecuados que faciliten (y garanticen) una inyección subcutánea, pues es ahí donde la insulina actúa de la forma esperada.
Para inyectar insulina se deben utilizar aguas ultrafinas y cortas, de 4mm para plumas precargadas y 6mm para jeringa convencional. Estas medidas reducen de manera importante la posibilidad de llegar al músculo en comparación con otras longitudes de agujas para insulina.
“Cualquier tipo de insulina debe depositarse en el tejido subcutáneo ya que es ahí donde se absorbe a una velocidad estable, medible, predecible y mantenida, lo cual permite asegurar un efecto sostenido del medicamento. Ya sea como primer acercamiento o como una actualización de conocimientos, recomiendo a todos los pacientes afinen sus destrezas en la aplicación de insulina con su médico tratante y equipo de profesionales de la salud para conseguir y mantener una excelente calidad de vida”, señala Ramírez.
¿Dónde no se debe de inyectar insulina?
La especialista también explica que una inyección intramuscular representa un peligro para el control de los niveles glucémicos del paciente debido a la disparidad en los tiempos de acción de la insulina con los horarios establecidos en su plan de cuidado para comer o realizar algún ejercicio físico.
Otros riesgos a la salud por una indebida inyección intramuscular de insulina son:
- Hipoglucemias inexplicables
- Variabilidad glucémica constante
- Retraso en la regularización de niveles de glucosa saludables
- Desconfianza hacia la insulina por creer que es ella la que no funciona
- Desarrollo de complicaciones relacionadas con una diabetes no controlada.
(Con información de: Mayo Clinic y BD Ultra-Fine)