De acuerdo con UNICEF, el sobrepeso y la obesidad en México son un problema que se presenta desde la primera infancia entre los 0 a 5 años. Al menos 1 de cada 20 niñas y niños menores de 5 años padece obesidad. Esto aumenta el riesgo de vivir con enfermedades circulatorias, del corazón, de riñones, diabetes, entre otros padecimientos. Para trazar líneas de tratamiento es necesario entender cómo se construye la obesidad y el sobrepeso, expresa la Dra. Nayely Garybay Nieto.
La doctora Nayely Garibay Nieto es endocrinóloga pediatra con 12 años de experiencia trabajando con niñas, niños, adolescentes y familias quienes viven con problemas de obesidad desde el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”. Garibay Nieto también es investigadora en ACTION Teens, un estudio que captura percepciones, actitudes, comportamientos y barreras potenciales para la atención adecuada de la obesidad en adolescentes desde la percepción de quienes la padecen, la acompañan y la tratan.
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En esta ocasión comparte para SuMédico los primeros hallazgos de ACTION Teens, así como algunas reflexiones y rutas de acción para quitar estigmas sobre la obesidad y el sobrepeso en menores de edad. Al igual, retos en el sector salud para ofrecer tratamientos y una relación de confianza.
“Tenemos que hacer una cultura de prevención. Promover mayor disponibilidad de espacios para realizar actividad física, así como influir otros aspectos, como la calidad de sueño, el estado de ánimo, preferencias alimentarias, políticas públicas, personal capacitado, entre otras acciones dirigidas.”
¿Qué son la obesidad y el sobrepeso?
“La obesidad es un problema global, pues lo que vemos en México es lo que observamos en otros países. Uno de los retos está en que continúa aumentando la prevalencia, hace unos años la Organización Mundial de la Salud estableció criterios de metas para el año 2030 donde el objetivo era frenar el incremento. Sin embargo, en México tenemos un 4% de probabilidad de alcanzar estos objetivos”, informa Nayely Garibay Nieto.
Según MedlinePlus, el sobrepeso y la obesidad significan tener un peso superior al saludable para una determinada estatura. Las y los expertos suelen medir ambos mediante el Índice de Masa Corporal (IMC) basado en estimar el nivel de grasa corporal mediante la estatura (metros) y el peso (kilogramos), sin embargo, la medida cambia en adolescentes.
“Es necesario entender que nosotros no debemos acotarnos a los puntos de corte para población adulta, sino a las gráficas para niñas y niños. Podríamos definir el sobrepeso de un infante cuando existe un IMC entre el percentil 85 y el percentil 94.9. Cuando el niño está sobre el percentil 95, hablamos de obesidad”, explica Garibay Nieto.
Al preguntarle a la endocrinóloga cómo repercute la obesidad y el sobrepeso en adolescentes primero inicia desglosando el término de adolescencia, pues reconoce que es un término complejo debido que existe una etapa de desarrollo no solo físico, también emocional. Adolescentes se enfrentan a diversos retos, desde adquirir autonomía o fortalecer y definir un tipo de carácter. Por lo cual, al sumarle el sobrepeso o la obesidad, para el adolescente puede conllevar problemas emocionales que marcan el resto de sus vidas.
"El cuerpo perfecto": estigmas y retos
“Cada vez las y los chicos están expuestos a información en redes sociales donde la importancia es la perfección de la figura. Las y los adolescentes utilizan al internet como su primera fuente para informarse sobre obesidad y sobrepeso, representando un peligro al hablarse del valor de la persona por su imagen, no por quien es.”
La pediatra Nayely Garibay Nieto menciona que las y los adolescentes reciben una etiqueta por tener sobrepeso y obesidad. Esta etiqueta provoca que vivan aislamiento social, estigmatización, bullying, entra otras violencias que suelen comenzar desde casa
“Gordito, albóndiga, bodiquín son algunas palabras que utilizan madres y padres porque consideran que es una forma de tratar a sus hijos con cariño, sin embargo, hay una estigmatización sobre su peso. Comenzamos a decirles que no pueden alimentarse por ello, sin embargo, el cuidado de la alimentación, la actividad física, la disminución de sedentarismo debe ser igual para todos.”
Garibay Nieto, quien tiene trayectoria acompañando a familiares y adolescentes aconseja formar entornos donde los menores de edad se sientan protegidos y apoyados. Esto puede ser a través de planes de alimentación donde todos los integrantes compartan comida nutritiva o realizan una actividad en conjunto. Si la estigmatización no se frena, adolescentes pueden presentar adversidades, como menor rendimiento escolar o menor posibilidad de conseguir empleo.
“Esto también debe cambiar en el sector salud y en el sector educativo. Cuando los médicos no han recibido una capacitación dirigida hacia el trato con pacientes que viven con obesidad y sobrepeso, estigmatizan a niños y adolescentes. En las escuelas también es necesario hablar sobre el trato digno que deben recibir las personas con enfermedades crónicas.”
Apetito: una barrera frente a la obesidad y sobrepeso en adolescentes
“ACTION Teens es un estudio global donde participaron 10 países. Dentro del continente americano participamos México y Colombia. Realizamos encuestas presenciales y en línea donde reclutamos alrededor de 13,000 encuestas. Nuestra intención era evaluar las percepciones, conductas, actitudes, barreras y motivaciones en tres grupos”, detalla Nayely Garibay Nieto.
ACTION Teens contó con la participación de 5,275 adolescentes con obesidad, 53,89 cuidadores de adolescentes y 2,323 profesionales de la salud que atienden a adolescentes. Para la especialista y participe en la realización del estudio los datos más relevantes son los siguientes:
- Las y los adolescentes perciben con mayor frecuencia el sobrepeso a comparación de sus padres y cuidadores
- Las y los adolescentes han realizado mayores intentos para controlar su peso donde tienen motivación dentro de los próximos 6 meses para volver a intentar
- Los padres comparan la gravedad de la obesidad con otras enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedad cardiovascular, ansiedad y depresión
- Especialistas de salud atribuyen a la búsqueda de una mejor condición física para ser más populares, sin embargo, los adolescentes se preocupan por su estado de salud
“Un dato interesante es que adolescentes identifican como a su apetito como una barrera. De hecho, algunos artículos científicos comienzan a encontrar que algunas condiciones biológicas hacen que adolescentes tengan una falta de control sobre los impulsos al comer. Las y los adolescentes pueden transitar en todas las posibilidades de trastornos alimentarios ante la presencia de un trastorno emocional”
Otras situaciones que pueden agravar esta falta de control, continúa mencionando Garibay Nieto, incluyen la ansiedad, depresión, violencia intrafamiliar, violencia psicosocial y otros factores que no afectan a todos los adolescentes por igual. Hasta el momento, falta el análisis para conocer el panorama en México, pero los hallazgos de ACTION TEENS serán utilizados para guiar una acción colaborativa con el fin de mejorar el cuidado, la educación y apoyo en adolescentes y sus cuidadores. Al igual, se espera la creación de una plataforma de comunicación para ayudar a cambiar la manera en que adolescentes, cuidadores y profesionales de salud manejan, tratan y apoyan la obesidad.
‘Promover el estilo de vida saludable, no el concepto de dieta’
La Dra. Nayeli Garibay Nieto también es coordinadora y fundadora de la Unidad de Bienestar Infantil donde está la Clínica de Obesidad. Esta área está enfocada en las poblaciones más vulnerables de México y actualmente desarrollan programas de prevención y tratamiento de obesidad. El centro está certificado por la Asociación Europea para el estudio de la obesidad, siendo el único en el país. Continuamente ofrecen campañas de educación médica, como servicios sociales, programas de maestrías, doctorado e investigación.
“Nuestro objetivo fundamental cuando trabajamos no es el peso, sino este es termina siendo consecuencia de lo que vamos realizando. Para nosotros los niños no deben de bajar de peso cuando están creciendo, sino buscamos mejorar su composición corporal. Vemos qué porcentaje es músculo y qué porcentaje es grasa”
Nayeli Garibay Nieto junto a su equipo persiguen el objetivo de que niños y adolescentes adquieren una vida saludable, así como los papás se sientan confiados para desarrollar estilos de crianza efectivos y saludables. En conjunto, esto podrá mejorar la convivencia familiar.
“Promover el estilo de vida saludable, no el concepto de dieta. Aunque pareciera ser sencillo, en realidad es educar a nuestros hijos a tener hábitos de una alimentación natural con horarios y limitaciones de alimentos ultraprocesados, con azúcares refinados, grasas trans, conservadores y saborizantes debido a los daños en la salud. Estos daños no sólo reflejados en el físico, también en el sistema nervioso ante trastornos del estado de ánimo o la falta de concentración”, finaliza Garibay Nieto.
(Con información de Unicef, MedlinePlus)