Un grupo de científicos del Organismo Internacional de la Energía Atónica (IAEA) perteneciente a la ONU, descubrieron que la energía utilizada para las funciones corporales como la circulación y la respiración ha disminuido en los últimos 30 años. Esto, debido a la reducción del gasto basal, señalan.
El gasto basal es la cantidad mínima de energía que necesita el cuerpo para sobrevivir realizando funciones básicas como respirar, parpadear, filtrar la sangre, sintetizar hormonas o regular la temperatura del cuerpo, según Calcuvio.
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El estudio señala que actualmente esta disminución del consumo de energía para las funciones básicas podría tener un papel importante, pues se asocia con el desarrollo de obesidad, enfermedad crónica que tiene lugar cuando la ingesta de energía es superior al gasto energético de una persona.
¿Cómo realizaron el estudio los científicos?
Para la investigación, los científicos utilizaron agua con dos isopos estables: hidrógeno-2 y el oxígeno-18 para determinar la cantidad de energía que gastaron (calorías quemadas) las personas participantes.
Cada participante debía consumir dosis de agua doblemente marcada antes de reanudar sus actividades normales. Después, se recogieron muestras de orina durante un periodo de 10 a 14 días para determinar la rapidez con la que los isopos abandonan el organismo. De esta forma y a través del cálculo de la velocidad a la que se eliminan estos isótopos, se puede estimar la cantidad de dióxido de carbono producida, cifra que está relacionada con el gasto energético.
Además, se analizaron mediciones recogidas desde 1980 sobre el gasto energético de aproximadamente 4500 adultos de Europa y Estados Unidos. Esto permitió que los investigadores descubrieran que el gasto energético total ha disminuido desde la década de 1990 un 7.7% en los hombres y un 5.65 en las mujeres, detalla El debate.
Conclusiones
John Speakman, profesor del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen en China, y principal autor del estudio ha explicado que "lo que realmente ha disminuido es el gasto energético basal. Esto significa que la tasa metabólica en reposo de una persona que vive en 2023 es inferior a la de una persona de su misma edad y composición corporal de finales de los años 90. Eso es bastante inesperado. Y no sabemos muy bien a qué se debe”, señaló.
El estudio por el momento necesita llevarse a zonas más profundas, pero los expertos señalan que sin duda esta podría ser la base de una estrategia útil en el tratamiento de la obesidad. No obstante, es importante señalar que la mejor forma de evitar que esta se desarrolle es tener medidas preventivas como hacer ejercicio y comer de forma saludable.
(Con información de El debate, Calcuvio., IAEA).