Practicar rutinas de ejercicio de forma cotidiana pueden reducir las probabilidades de que una mujer desarrolle la enfermedad de Parkinson hasta en un 25%, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Neurology.
Para llegar a estas conclusiones, en el estudio participaron 95,354 mujeres con una edad media de 49 años que no parecían Parkinson cuando comenzaron el estudio. Los investigadores compararon la cantidad de ejercicio físico de las mujeres que con el tiempo desarrollaron la afección con las que no, durante casi tres décadas, concluyendo que actividades como caminar, andar en bicicleta, trabajar en el jardín o subir las escaleras ayudaba a prevenirla.
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El Parkinson, una enfermedad que llega con los años
La enfermedad de Parkinson, de acuerdo con expertos de Mayo Clinic, es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y partes del cuerpo controladas por los nervios. Sus síntomas son paulatinos, pueden aparecer primero como temblores apenas perceptible en la mano hasta evolucionar a movimientos involuntarios.
Por lo general, los síntomas se manifiestan en un lado del cuerpo y continúan empeorando de ese lado, incluso cuando comienzan a afectar las extremidades de ambos lados. Pese a que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas, los cuales son:
- Temblores
- Movimientos lentos (bradicinesia)
- Rigidez muscular
- Deterioro de la postura y el equilibrio
- Pérdida de los movimientos automáticos
- Cambios en el habla
- Cambios en la escritura
La mayoría de las personas diagnosticadas con la enfermedad de Parkinson tienen 60 años o más, detalla Infobae. Además, la prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 25 años. Las OMS explica que en 2019 cerca de 8.5 millones de personas con esta enfermedad en el mundo, no obstante la cantidad de personas que la desarrollan ha aumentado.
Prevención a través de una vida sana
Debido a que se desconoce a la fecha la causa de la enfermedad de Parkinson, no hay formas certeras de prevenirla. No obstante, realizar ejercicios aeróbicos y de fuerza pueden ayudar a reducir el impacto en las personas que llegan a desarrollarla. Además de esto, tener una dieta saludable y equilibrada será de ayuda para disminuir sus factores de riesgo.
(Con información de Mayo Clinic, OMS, Infobae).