Aunque las vacaciones hayan terminado, no haya más planes de fiestas y se haya regresado a las actividades cotidianas, el verano continúa. El sol, las bebidas frescas y ropa ligera nos recuerda su presencia. Por ello, es necesario seguir practicando hábitos que mantengan nuestro bienestar, como es el caso de la higiene íntima.
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Durante el verano, mantener una buena higiene íntima se vuelve especialmente importante debido al aumento de temperaturas y la mayor exposición a la humedad. El calor y la transpiración pueden crear un ambiente propicio para la proliferación de bacterias y hongos, lo que puede llevar a molestias o infecciones.
Por ello, es esencial adoptar prácticas de higiene adecuadas que promuevan la salud íntima y el bienestar general en esta estación del año. Asegurarse de seguir algunas recomendaciones básicas puede ayudar a prevenir problemas y mantener una sensación de frescura y confort. ¿Qué hábitos no debemos olvidar? Aquí te los decimos.
¿Cómo mantener fresca mi zona íntima?
De acuerdo con el Instituto de Medicina, la correcta higiene íntima de la mujer se consigue a través de una serie de cuidados específicos. Debido a las características biológicas de las zonas íntimas, estos cuidados deben observarse minuciosamente para así evitar infecciones y otras patologías tales como la candidiasis y la cistitis.
El portal añade que la salud de la zona íntima de la mujer, depende de la presencia de una flora bacteriana, que tiene un papel protector frente a patógenos externos. Cuando existe una alteración de ese medio, es decir del pH, esta flora se altera, lo que conlleva un incremento del riesgo de infección.
Según MejorconSalud, la llegada del calor supone un riesgo para la salud genital femenina. Sucede que los hábitos que trae el calor no son neutros para la zona íntima. Un día típico de verano que se pasa en la playa implica no cambiarse el bañador a menudo y no tomar tanta agua. Estos sencillos eventos aumentan el riesgo de vulvovaginitis.
XytoTest explica que no sólo el verano, la temperatura y la humedad no son los únicos factores que pueden poner en riesgo la higiene íntima. También influye la limpieza e higiene, pH, depilación, vida íntima, alimentación, ropa, menstruación y hábitos. Para evitar una molestia los hábitos que deben llevarse a cabo son:
- No es buena idea tener el traje de baño puesto todo el día: un ambiente cálido y húmedo atrae infecciones. Después de nadar lo ideal es bañarte, pues la arena puede irritar tu piel, sobre todo los labios y el canal vaginal
- Si vas a un bosque, cambia tu ropa interior regularmente y asegúrate que esté seca; utiliza toallas de limpieza femeninas regularmente para evitar infecciones y rocía tu ropa interior con spray antimosquitos para evitar picaduras indeseables
- Siempre que te bañes, deja correr un poco el agua y utiliza tus manos para asegurar que la zona externa de tu zona íntima este libre de cualquier residuo ajeno a ella
- Se recomienda mantener el vello corto y no removerlo completamente, pues es una barrera natural diseñada para proteger la zona genital de bacterias
- Independientemente de la estación del año, el lugar, la hora y el día, no olvides utilizar protección durante la intimidad. Además, limpiar tu vagina inmediatamente después de tener relaciones íntimas reduce el riesgo de infecciones y síntomas, como comezón y ardor.
- Alimentos como el café y la cerveza pueden cambiar el olor de tu zona íntima. Balancear tu dieta es la forma más natural para neutralizar olor y pH
Utiliza ropa interior cómoda: elige ropa interior de textil suave que permitan a tu piel respirar, como el algodón
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