La frecuencia de las deposiciones afecta directamente al microbiota intestinal y está relacionada con enfermedades, como la enfermedad renal crónica o la demencia. Además, las visitas al baño también dependen del sexo, la edad y el índice de masa corporal de la persona. Así detalla una nueva investigación publicada en la revista ‘Cell Reports Medicine’ realizada por investigadores del Instituto de Biología de Sistemas (ISB Seattle), reporta Alimente.
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“Los hallazgos de nuestro trabajo apuntan la idea de controlar la frecuencia de las deposiciones, incluso en personas sanas, podría ayudar a prevenir enfermedades crónicas del hígado y el riñón, neurodegenerativas y algunas mentales”, menciona Sean M. Gibbons, principal autor del estudio.
De acuerdo con Statista, las infecciones intestinales fueron el tercer tipo de enfermedad más común en México durante 2022. Ese año, se habrían estimado un total de 3,2 millones de casos en el país. La mayoría de dichos casos se presentaron adultos de entre 25 y 44 años, con alrededor de 752.770 casos. El grupo con la menor cantidad de casos, por su parte, fue aquel de la población de menor de un año.
¿Cuántas veces al día es normal ir al baño?
Según Clínica Las Condes, para las y los médicos se considera normal ir al baño, como máximo, todos los días, y como mínimo, tres veces a la semana. Sin embargo, ir al baño dependerá del género, pues los hombres tienen un tránsito más rápido, así como de la alimentación. El consumo de agua y fibra permite un tránsito intestinal saludable.
El funcionamiento del intestino ha sido objeto de diversos estudios por sus implicaciones en la salud. Por ejemplo, en la salud mental parte de influencia de la microbiota intestinal sobre el cerebro radica en su capacidad para producir neutransmisores, como serotonina, dopamina, GABA, norepinefrina, acetilcolina, cortisol y aminoácidos, implicados en el funcionamiento cerebral, informa Plan D Salud.
El portal de salud añade que la evidencia científica actual demuestra que la microbiota intestinal juega un importante papel en el desarrollo de trastornos mentales, como depresión, ansiedad, alzheimer, parkinson, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos del espectro autista, esclerosis múltiple y epilepsia.
Ahora este estudio se suma a la literatura científica. El equipo de investigadores examinó datos clínicos de 1,400 personas adultas sanas y que no estaban tomando medicamentos. Las y los dividieron en cuatro grupos en función de las evacuaciones intestinales autoinformadas: estreñimiento (una o dos deposiciones a la semana); baja-normal (entre 3 y 6 evacuaciones semanales), normal-alta (de una a tres deposiciones al día) y diarrea. Bajo ello, buscaron asociaciones entre la frecuencia de ir al baño y los datos demográficos, el microbioma intestinal y los metabolitos en la sangre.
Detectaron que las mujeres, las personas más jóvenes y las que tenían un IMC más bajo hacían menos deposiciones. Además, encontraron que el estreñimiento crónico se asocia con trastornos neurodegenerativos y progresión de la enfermedad renal crónica, mientras que la diarrea se relaciona con ansiedad y depresión.
"Se sabe desde hace tiempo que los pacientes de párkinson sufren a menudo de estreñimiento crónico desde años antes del diagnóstico. Creemos que el estreñimiento, que eleva en la sangre las toxinas de fermentación de proteínas derivadas de la microbiota, es un factor de riesgo de daño a diferentes órganos. Nuestra hipótesis es que el estreñimiento crónico puede acelerar el desarrollo de enfermedades renales y trastornos neurodegenerativos, en particular", destaca Sean M. Gibbons.
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