Al iniciar la semana sabemos que poco a poco los pendientes llegarán a nuestras agendas. Invadirán a nuestra mente con citas y tareas por completas, especialmente esos detalles que no resolvimos nos cobrarán factura en el momento menos esperado. Entre las prisas del tiempo, tendremos que resolver el problema. Probablemente tengamos el tiempo justo para lograr terminar la tarea, pero cuando creemos que hemos triunfado aparece ese dolor que queremos resolver con ibuprofeno.
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Ese dolor de cabeza, ese dolor de mano, ese dolor de muela o ese dolor menstrual. Por menor que sea, un dolor puede influir en nuestra productividad y con ello, nuestra capacidad para tomar decisiones y resolver los pendientes que nos esperan en la puerta. Ante dicha manifestación, decidimos tomarnos un ibuprofeno que nos libere del pasar. Al paso de unas horas, nos invitan a tomarnos unas copas.
¿Qué sucede cuando tomamos ibuprofeno con alcohol? ¿Cuáles son las posibles consecuencias de esta decisión? Continúa leyendo esta nota para conocer sobre la interacción entre medicamentos y alcohol. Al estar informado podrás evitar malos momentos que no sólo interrumpan tu día, también tu vida diaria.
¿Qué es y para qué sirve el ibuprofeno?
De acuerdo con MedlinePlus, el ibuprofeno recetado se utiliza para aliviar el dolor, la sensibilidad y la inflamación. Puede utilizarse para la osteoartritis, la artritis reumatoide, dolor menstrual, cefaleas, dolor muscular, resfriado común, dolor de muelas y dolor de espalda. El propósito del ibuprofeno es detener la producción del cuerpo de una sustancia que causa dolor, fiebre e inflamación. Por lo general suele tomarse cada 4 a 6 horas, pero depende de su necesidad para aliviar el dolor.
CuídatePlus informa que el ibuprofeno derivada del ácido propiónico que tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antipiréticas. El ibuprofeno pertenece al grupo de fármacos que influye al naproxeno, ketoprofeno, dexketoprofeno y flurbiprofeno. En algunos casos comprar ibuprofeno requiere receta médica, pero en otros casos puede adquirirse sin receta médica. Esto dependerá del tipo de presentación.
Collegi de Farmacèutics de Barcelona detalla que cuando se realiza una ingesta ocasional de alcohol, existe una disminución en el metabolismo del ibuprofeno, dando lugar a un efecto más prolongado. Esto abre paso a un posible riesgo de toxicidad si no son separadas suficientemente las dosis. Además, al disminuir el efecto puede ser necesario repetir la administración si se encuentra en tratamiento.
El portal añade que los antiinflamatorios no esteroidales, como el ibuprofeno pueden producir como efecto secundario una lesión sobre la mucosa gástrica. La ingesta simultánea con el alcohol incrementa este riesgo, pues estimula secreción ácida del estómago y puede contribuir al dolor de estómago, acidez y en situaciones más extremas, ulceras o hemorroides digestivas.
“En general el riesgo de esta interacción es algo que se conoce, de hecho, se informa de ello en los prospectos de los medicamentos, pero a veces no se le da la importancia debida a las implicaciones y daños que puede ocasionar mezclar alcohol y medicamentos”, menciona el especialista José Manuel González de la Peña Puerta para Infosalus.
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