Conforme se acerca el invierno cada vez se siente más frío durante la mañana y la noche, por lo que es importante que conozcas los consejos para cuidar la piel en temporada de frío.
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El frío puede provocar daños en la piel, por lo que se vuelve fundamental que en esta temporada donde la temperatura empieza a disminuir, conozcas los consejos que te ayudan a evitar estos problemas.
¿Cuáles son los consejos para cuidar la piel en temporada de frío?
Durante esta temporada, es común que la piel se vuelva seca, escamosa o incluso se irrite debido a la falta de humedad en el ambiente y la exposición al frío.
Estos son algunos consejos que debes seguir si quieres cuidar de tu piel en esta temporada de frío:
- Hidratarse por dentro y por fuera
Durante el invierno, la piel tiende a perder humedad con mayor facilidad. Por ello, es fundamental no solo aplicar cremas hidratantes, sino también mantener una buena ingesta de agua.
Según la Academia Americana de Dermatología (AAD), es recomendable optar por cremas espesas que contengan ingredientes como la glicerina o el ácido hialurónico para una hidratación profunda.
- Usar protectores solares
Es un error común pensar que el protector solar solo es necesario en verano. La exposición a los rayos ultravioleta (UV) también ocurre durante el invierno, especialmente en días despejados y en zonas con nieve, donde los rayos pueden reflejarse y aumentar su intensidad. La AAD recomienda el uso de protectores solares con un factor de protección (SPF) de al menos 30.
- No te bañes con agua muy caliente
Aunque resulta tentador darse duchas calientes para combatir el frío, el agua excesivamente caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel y agravar la sequedad. Los dermatólogos sugieren mantener la temperatura del agua tibia y limitar las duchas a un máximo de 10 minutos.
- Elegir ropa adecuada
La fricción de la ropa con la piel puede causar irritación, especialmente si se trata de materiales que no permiten la transpiración. Optar por prendas de algodón o fibras naturales en contacto directo con la piel y evitar tejidos sintéticos ayuda a mantener la piel más cómoda y protegida.
- Humidificar los espacios interiores
La calefacción en interiores reduce la humedad ambiental, lo que contribuye a la sequedad de la piel. Una forma eficaz de contrarrestar este efecto es usar un humidificador, que ayuda a mantener los niveles de humedad adecuados en el hogar y a prevenir la deshidratación cutánea.
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