La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo público el reporte de Estadísticas Sanitarias Mundiales 2022 donde ofrece datos recientes sobre salud e indicadores relacionados para los 194 Estados miembros donde se destaca por primera vez la incidencia del cambio climático en la salud de las personas y el impacto del coronavirus.
OMS: salud y contaminación
De acuerdo con la organización, la contaminación del aire tanto en el interior del hogar como en el exterior cuentan con diversos factores de riesgo que se han relacionado con diversas afecciones a la salud.
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La exposición a un aire exterior contaminado puede provocar enfermedades respiratorias, afecciones oculares, accidentes cerebrovasculares (ACV), cardiopatías, infecciones respiratorias, cáncer, etc.
National Geographic explica que la contaminación atmosférica fue responsable de aproximadamente 7 millones de muertes en todo el mundo en 2016: 4.2 millones de ellas fueron provocadas por la polución (contaminación originada por residuos provenientes de procesos biológicos o industriales) del aire ambiental y 3.8 millones fueron por la exposición a la contaminación del aire en interiores provocadas por hornos de leña.
Entre otros datos alarmantes podemos señalar:
- El 99% de la población mundial respira niveles altos de partículas finas y dióxido de nitrógeno. Los habitantes de países con ingresos bajos y medios son los más afectados.
- La falta de agua potable, el saneamiento y la falta de higiene causaron 870,000 muertes en todo el mundo en 2016
- En 2020 solo el 74% de la población mundial tenía acceso a servicios de agua potable gestionada de forma correcta, el resto carecía de su acceso.
- 3,600 millones de personas en todo el mundo tenían servicios de saneamiento insuficientes
Conclusiones de la OMS para reducir la incidencia ambiental sobre la salud
La OMS señaló que es urgente realizar esfuerzos conjuntos para lograr un acceso universal a servicios básicos de higiene, agua y saneamiento, de lo contrario en 2030 será necesario duplicar las tasas actuales de progreso.
También se registró un aumento de muertes por enfermedades no transmisibles (ENT) que pasó de casi el 61% en 2000 a casi el 74% en 2019.
Por otro lado, y pese ese al panorama negativo, en los últimos años se han logrado avances en la salud maternoinfantil, pues la tasa mundial de mortalidad materna y la tasa de mortalidad de menores de cinco años descendió entre 40% y 60% desde el año 2000.
Además, se registraron inversiones y mejoras en los programas de enfermedades transmisibles, como los dedicados al virus del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la tuberculosis (TB) y la malaria.
También se registró una disminución de tabaco y alcohol en todo el mundo.
No obstante, la organización reconoce las desigualdades sanitarias en todo el mundo y alerta que, al ritmo actual, muchos indicadores no alcanzarán a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
(Con información de National Geographic, OMS).