En la actualidad los alimentos procesados son esenciales para poder mantener con vida a millones de personas, no obstante, los productos hechos en masa no necesariamente son buenos para la salud.
Al respecto, el doctor especialista en genética de la Universidad de Harvard, David Sinclair, explica en su libro Alarga tu esperanza de vida. Cómo la ciencia nos ayuda a controlar y revertir el proceso de envejecimiento (2020), dos conceptos clave que señala las formas de vivir y sus distintos resultados y efectos. Conoce sus detalles.
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Beneficios del “Modo supervivencia”
Por un lado, Sinclair explica a través de una nota escrita por el doctor en Infobae, que el “modo abundancia” enferma el cuerpo a través del consumo excesivo de alcohol o comidas muy procesadas, entre otros alimentos dañinos para la salud si se consumen en abundancia.
Por otro lado, el “modo supervivencia” agrega conductas como hacer ejercicio y exponerse al frío para “alcanzar y garantizarse una vejez extendida y óptima”, explica para Infobae.
Llevar a cabo estos hábitos saludables ayudarán a que cualquier persona mantenga un buen estado de salud a medida que transcurre el tiempo. Lo mejor del caso es que, independientemente de la edad en la que te encuentres, este proceso puede ayudarte a vivir mucho más tiempo. “Nunca es demasiado tarde” para mantener una rutina saludable, asegura el doctor.
Sirtuína, proteína contra el envejecimiento
En el cuerpo humano —de acuerdo con Sinclair— existen siete genes de la longevidad conocidos como sirtuinas, los cuales están involucrados en la relación entre balance energético y transcripción génica, explica una investigación en el portal de Scielo.
En ese mismo sentido, según un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, estas proteínas cumplen funciones específicas dentro del proceso funcional del cuerpo, tales como el envejecimiento, reparación del ADN; respuesta al estrés, metabolismo, apoptosis (muerte celular programada) y supervivencia celular.
Existen distintos tipos de sirtuinas en el cuerpo y cada una tiene una función distinta. Estas pueden percibir los alimentos que se ingieren, temperatura e incluso energía. Cuando alguna de ellas reacciona con algún agente, lucha para proteger el cuerpo y mantenerlo a salvo, sano y vivaz, explica Sinclair.
“Si la persona se sienta y come mucha comida, esos genes se volverán perezosos y se ocuparán de otras cosas que no ayudan a la longevidad”, aclara el especialista para Infobae.
Por esta razón, el estudio enfatiza que encontrar una rutina de ejercicio adecuada para ti y reducir el consumo de alimentos procesados con ayuda de un especialista ayuda a activar estos “sistemas de supervivencia” en el organismo.
(Con información de UAEH, Scielo, Infobae)