Un equipo de científicos de la Universidad de Columbia desarrolló un nuevo tratamiento contra el cáncer usando bacterias modificadas genéticamente. Estas bacterias están preparadas para introducirse en los tumores y alertar al sistema inmunitario, por lo que no causan ninguna infección.
Cabe señalar que el sistema inmunitario no ataca solo a agentes externos que se introducen al organismo, también actúa contra aquellas células dentro del sistema que comienzan a comportarse de forma anormal. Los tumores forman parte de este tipo.
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¿Cómo se origina el cáncer?
El cáncer es una enfermedad que se desarrolla a partir de la multiplicación sin control de algunas células del cuerpo, mismas que son propensas a invadir otras partes del organismo. Estas células pueden formar tumores, que son bultos de tejido. Los tumores son cancerosos (malignos) o no cancerosos (benignos).
El problema con las células cancerosas es que cuentan con la capacidad de evadir el sistema inmunitario de múltiples formas. Algunas incluso logran que las células inmunitarias protejan el tumor en vez de atacarlo. Por estas razones muchos tratamientos contra el cáncer se centran en potenciar el ataque a las células dañadas aunque no todos lo logran con éxito.
Un tratamiento contra el cáncer usando bacterias
Actualmente, la biología sintética permite la creación de bacterias para liberar intratumoralmente quimiocinas (proteínas que permiten el movimiento de los glóbulos blancos para combatir infecciones y otras enfermedades), y atraer células inmunitarias adaptativas al entorno del tumor.
De acuerdo con un estudio descrito en la revista Science Advances, se utilizan bacterias modificadas genéticamente con dos objetivos: que las bacterias modificadas se dirijan específicamente a las células tumorales para no afectar otras partes del cuerpo sanas, y que envíen señales al sistema inmunitario para que identifique la presencia del tumor.
La administración de estas bacterias genéticamente modificadas puede hacerse directamente en el tumor o a través del torrente sanguíneo. Otra opción consiste en liberar quimiocinas, que son moléculas que sirven como alarma del sistema inmunitario, que atraen a las células T “asesinas” y a las células dendríticas o células presentadoras de antígenos.
Lo que hace este tratamiento contra el cáncer es reforzar la respuesta del sistema inmunitario.
¿Qué pasa con los tratamientos tradicionales?
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la quimioterapia, la cirugía y la radioterapia son los tratamientos contra el cáncer que más se emplean en la actualidad, no obstante, estos procedimientos pueden tener efectos secundarios en los pacientes que los tratamientos con bacterias modificadas genéticamente buscan evitar.
La radioterapia, por ejemplo, irradia toda la zona donde se encuentra el tumor, sin embargo, en el proceso alcanza a órganos sanos, lo que propicia la aparición de cánceres secundarios, detalla Julián Mateo Zutta, Investigador de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) para Consultorsalud.
¿Qué tan avanzado está el estudio?
Por el momento este tratamiento contra el cáncer se ha probado en ratones y ha tenido buenos resultados, sin embargo, los autores de la investigación pretenden optimizar aun más el proceso. El siguiente paso será la posibilidad de hacer ensayos clínicos en humanos y desarrollar este estudio poco a poco.
(Con información de NIH, Consultorsalud, Universidad de Columbia)