Los pendientes continúan acumulándose, las malas noticias no paran de llegar, el estrés invade la mente y el tiempo parece devorarnos. En ciertos días de la semana parece que corremos contracorriente sin un momento para parar, pensar en claro y recuperarnos del desgaste físico y mental. Sin embargo, cuando llegamos a casa, nos quitamos los zapatos y nos acostamos en la cama encontramos una alternativa para despajarnos de las molestias, las penas y los dolores: una ducha.
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El agua caliente cayendo sobre la cabeza, los hombros, las piernas y los pies es una forma esclarecer los pensamientos. Incluso cuando nos metemos con miles de tareas por realizar, salimos con un nuevo aire. El agua parece transmitirnos su ligereza a través del jabón y el vapor. Algunas personas toman duchas cortas evitar desperdiciar agua, otras personas toman duchas largas como parte de un autocuidado.
Aunque el tiempo de la ducha pareciera estar sujeto a preferencias, el tiempo que pasamos en la higiene del cuerpo también debe ir acorde a la salud. Por ello, hoy te compartimos mayor información sobre el tiempo necesario para una ducha. A la par, algunas recomendaciones para evitar accidentes mientras disfrutas este momento para ti.
¿Por qué es importante ducharse?
Tomar una ducha es una actividad que realizamos a lo largo de la semana. Preparar la ropa, meterse al baño, enjabonarse, enjuagarse, secarse, vestirse y salir del baño pareciera ser un método sin mayor relevancia, pero en realidad, la ducha tiene múltiples beneficios en el cuerpo. Una ducha permite distribuir de modo uniforme el agua y el jabón por todo el cuerpo para eliminar el sudor y la suciedad acumulados en el pelo y piel, aclarando cuerpo y cabello, menciona Isabel del Campo, dermatóloga para CuídatePlus.
Aliviar el dolor, liberar toxinas, mejorar el flujo sanguíneo del cuero cabelludo, proporcionar un aspecto brillante al pelo y la piel, estimular el sistema nervioso central, promover una liberación de endorfinas, mejorar la firmeza de la piel, aumentar la posibilidad de quemar grasa, mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico, aliviar la sensación de las piernas cansadas son algunos beneficios que la ducha tiene, explica Isabel del Campo para CuídatePlus.
Aunque algunas personas consideren que estos beneficios se obtienen con el hecho de tomar una ducha, en realidad el proceso tiene sus detalles. Mayte Truchuelo, dermatóloga, explica para El Mundo ciertas especificaciones a tomar en cuenta, por ejemplo la temperatura y el tiempo. En la temperatura debe mantenerse media, ni muy caliente, ni muy helada, pues un exceso de temperatura deteriora la barrera cutánea. En el tiempo, la experta enuncia lo siguiente.
“No debería de durar más de 7 u 8 minutos, lo justo para humedecer la piel, enjabonarla y aclararla. Abusar de los baños o de las duchas muy prolongadas reseca la piel”
MejorconSalud agrega que no existe un tiempo oficial, sin embargo, lo recomendable es de 5 a 10 minutos. Si existe un exceso de agua, las personas pueden presentar deshidratación y picor en la piel, así como eliminación de aceites esenciales para la piel. En cambio, una ducha corta puede resultar deficiente ante la presencia de malos olores y el riesgo de infecciones. Una ducha diaria es más que suficiente. Si se realiza ejercicio, puede tomarse otra, concentrándose en zonas de transpiración excesiva. Para una ducha segura, MedlinePlus aconseja:
- Colocar esteras de succión antideslizantes para evitar caídas
- Utilizar una estera de baño por fuera para pararse firmemente
- Sentarse en un asiento o en un banco cuando se tome la ducha
- Mantener seco el piso de fuera de la ducha
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