A más de uno le ha ocurrido que al ver una rica comida delante, o de solo pensar en algún alimento que nos resulte muy agradable, comenzamos a producir más saliva de lo normal, lo que coloquialmente conocemos como que se nos “hace agua la boca”.
Pero, ¿qué hace que se nos haga agua la boca cuando se nos antoja algo? Los expertos explican que este proceso no es algo raro, y en realidad es una muestra del funcionamiento normal de nuestro cuerpo, específicamente de la conexión entre nuestro cerebro y estómago.
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De hecho, aseguran que cuando se nos hace agua la boca, la saliva que se acumula no es solo un indicador de que encontramos alguna comida particularmente agradable, de hecho se trata de un paso muy importante en el proceso de digestión.
Y además, ¿sabías que esta expresión puede tener origen en un experimento del siglo XIX? Expertos explican que es probable que cuando decimos que se nos “hace agua la boca”, estaríamos refiriéndonos a los experimentos de Iván Pavlov, que se encargó de condicionar reflejos en animales para hacerlos salivar al escuchar un timbre.
¿Pero, por qué producimos saliva?
Los expertos aclaran que la saliva, de la cual nuestro cuerpo produce aproximadamente entre 500 y 700 mililitros al día, no se produce solo porque sí, pues de hecho nuestra saliva es un líquido prácticamente vital, con diferentes funciones en nuestra boca y nuestro organismo.
La saliva es una secreción de pH alcalino, que está conformada por un 99% agua y contiene, además, sustancias conocidas como enzimas (un tipo especial de proteínas) que le confieren su capacidad útil dentro de la cavidad bucal, haciendo que tenga funciones como:
- Proteger los dientes de las caries.
- Humecta la boca.
- Ayuda e inicia la digestión, ya que sus enzimas contribuyen a “romper” la comida conforme la comemos y antes de que llegue al estómago.
Pero, ¿qué hace que se nos “haga agua la boca”?
El que se nos “haga agua la boca” es una reacción que se relaciona directamente con la comida: ya sea que tengamos delante de nosotros algún platillo con aroma y apariencia deliciosa, o que hayamos recordado un plato que nos gusta muchísimo, pero ¿por qué ocurre?
Según los expertos, el que se nos haga agua la boca (es decir, que iniciemos una producción de saliva), tiene qué ver con una respuesta fisiológica, mediada por la secreción de los jugos gástricos en el estómago, así como por el cerebro: es decir, nuestro cuerpo se prepara para digerir la comida.
Así, cuando se nos hace agua la boca (o producimos saliva) al pensar, ver, oler o probar alguna comida que se nos antoja o nos resulta agradable, a nuestro cerebro llega una señal que activa los centros salivales primarios en el bulbo raquídeo, activando un sistema de respuesta reflejo, que involucra la activación de nervios.
Cuando la respuesta reflejo es activada, una serie de neurotransmisores (acetilcolina y norepinefrina) son liberados por el cerebro, lo que activa señales en los nervios que les indican a las glándulas salivales que es momento de producir saliva, haciendo así que se nos "haga agua la boca”.
(Con información de: Vitaldent, Clínicas Dentales BQDental Centers, Live Science, Cosmos Magazine.)