En los últimos años, ha habido un creciente interés en comprender la relación entre el microbioma y el autismo. Según especialistas de la Universidad de Florida (UF), los cambios en el microbioma intestinal infantil pueden presentar una relación con diagnósticos de trastornos del desarrollo neurológico como autismo y TDAH.
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Hasta el momento se ha encontrado que los niños y niñas con autismo presentan diferencias en la composición de su microbioma en comparación con los niños neurotípicos. Estas diferencias, detalla la Fundación Conectea, incluyen una menor diversidad de especies microbianas así como alteraciones en la abundancia de ciertas bacterias.
De acuerdo con el estudio, los cambios en los microbios que colonizan el tracto intestinal, muestran una correlación con futuros diagnósticos de trastornos de neurodesarrollo, como autismo y TDAH. Estos cambios en el microbiana también se relacioan con factores ambientales e incluso tratamientos de oído durante la infancia.
Diferencia en el microbiota y microbioma
La microbiota y el microbioma son dos términos relacionados pero diferentes que se utilizan para describir el ecosistema microbiano que habita en nuestro cuerpo.
Por un lado, la microbiota se refiere a la comunidad de microorganismos que viven en un determinado ambiente, como las mucosas, el tracto gastrointestinal, la piel, la boca o el tracto respiratorio, detalla Ciencia y Biología. Estos microorganismos incluyen bacterias, virus, hongos y otros microorganismos. Esta es única para cada persona y puede variar según factores como la edad, la dieta, el estilo de vida y la salud en general.
Por otro lado, el microbioma se refiere al conjunto completo de genes de todos los microorganismos que componen la microbiota. Es decir, el microbioma es el conjunto genético de los microorganismos presentes en un determinado hábitat. El microbioma incluye el ADN de las bacterias, virus y otros microorganismos presentes en el cuerpo.
“En resumen, la microbiota se refiere a los microorganismos vivos que habitan en nuestro cuerpo, mientras que el microbioma se refiere a todos los genes presentes en esos microorganismos”, informa ConecTEA.
Relación entre el microbioma y el TEA y TDAH
El Carabobeño señala que el equipo de la Universidad de Florida encontró diferencias importantes en los microbiomas intestinales de los bebés que luego recibieron diagnósticos de trastornos del desarrollo neurológico.
Muchas bacterias que promueven la salud intestinal, incluidas Akkermansia, Bifidobacterium, Ruminococcus y Faecalibacterium, eran deficientes en infantes con diagnósticos futuros. Esta correlación se mantuvo, incluso después de que los investigadores consideraran ciertos factores como el modo de parto, la dieta, la vulnerabilidad psicosocial y las exposiciones a sustancias tóxicas.
Así mismo, según los hallazgos del estudio, los niños y niñas que experimentaron tres o más infecciones de oído atendidas con penicilina, desde su nacimiento hasta los cinco años de edad, tenían una probabilidad 3.89 veces mayor de desarrollar un trastorno del habla, 3.27 veces más alta de desarrollar TDAH y 2.44 veces mayor de desarrollar una discapacidad intelectual.
Los investigadores sospecharon que la penicilina aumenta los niveles de Citrobacter y disminuye, si no elimina, Coprococcus en el microbioma. “No estamos tratando de decir que los antibióticos sean algo malo. Sin embargo, es posible que su uso excesivo tenga efectos negativos en el microbioma, y para algunos niños”, aclaró Angelica Ahrens, científica investigadora de UF/IFAS.
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